Un conflicto entre vecinos por sus métodos para amansar caballos derivó en un trágico crimen en una zona rural cercana a Bariloche. Carlos Sandoval, de 71 años, asesinó de un escopetazo en el rostro a Diego Sixto, de 52, luego de una acalorada discusión. El hecho ocurrió el pasado domingo por la tarde en un campo ubicado a unos 13 kilómetros de Villa Llanquín.
Según la reconstrucción judicial y medios locales, el conflicto entre ambos hombres escaló rápidamente. En medio de la disputa, Sixto, montado a caballo, habría comenzado a golpear a Sandoval con un rebenque. Fue entonces cuando Sandoval ingresó a su vivienda, tomó una escopeta calibre 16 y, al regresar, le disparó en la cara a su vecino.
Gregorio Antinao, testigo presencial del hecho, fue quien horas después condujo al agresor hasta la comisaría más cercana. “Les vengo a entregar a un asesino”, afirmó ante los agentes policiales. Ya ante los efectivos, Sandoval reconoció su responsabilidad con la frase: “Me mandé una macana”.
El cuerpo de Sixto fue hallado en la casa del imputado. Este martes, durante la audiencia de control de detención, el juez del caso resolvió no dictar la prisión preventiva solicitada por el fiscal, quien había argumentado un posible riesgo de entorpecimiento de la investigación. En su decisión, el magistrado valoró la edad del imputado y dispuso su prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Sandoval, además, tiene prohibido salir de Bariloche, acercarse o comunicarse con los testigos del caso y deberá fijar residencia en el barrio Vivero. La Justicia estableció un plazo de cuatro meses para la investigación preliminar del homicidio.
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