El Centro de Educación Agropecuaria N.º 3 de Mallín Ahogado cierra el semestre con una muestra de los talleres que se desarrollaron durante la primera mitad del año. Las capacitaciones, adaptadas a las necesidades del territorio, tomaron este año un enfoque especial vinculado a la recuperación pos incendios.
Esta mañana, el coordinador del CEA 3, Adrián Estévez, confirmó que se están realizando los cierres de los distintos talleres y capacitaciones:
“Estamos en esa etapa, con los cierres de las capacitaciones. Fue un año sumamente complicado. A la crisis económica que venimos atravesando, se sumó la catástrofe de los incendios que azotaron la región. La escuela, como decimos siempre, no es una torre cerrada: la realidad nos atraviesa y arrolla. Por eso, este año decidimos redireccionar muchas de las capacitaciones y contextualizar otras. Si bien siempre trabajamos en base a las necesidades del territorio, este año en particular giramos todo en torno al incendio y la reconstrucción del territorio”, explicó.
Sobre la modalidad de trabajo del CEA, Estévez destacó que los contenidos no están impuestos por una directiva externa, sino que surgen del contacto directo con las comunidades:
“Las capacitaciones no vienen impuestas. Hay un paquete de horas que organizamos en función de la demanda local. Parte del trabajo que hace mi compañera Natalia Carolo es relevar esas necesidades, con salidas al territorio, diálogo con los vecinos y evaluaciones participativas al cierre de cada curso. Así surgen las nuevas propuestas para el año o cuatrimestre siguiente.”
En este sentido, detalló que este año algunas capacitaciones debieron gestionarse de forma extraordinaria, como el curso de alambrador, que se desarrolló con el acompañamiento de INTA y el área de Bosques, debido a que no estaba previsto originalmente:
“La planificación era previa al incendio. Por eso hubo talleres, como el de alambrado, que no estaban incluidos en la grilla de horas asignadas. Aun así, los pudimos llevar adelante por la necesidad que había en el territorio.”
Educación pública y comunitaria
Estévez también remarcó el valor de la educación pública y el rol que cumple el CEA en el acompañamiento a las comunidades:
“Siempre le recordamos a la gente que esta es una escuela pública, gratuita y no obligatoria. Eso es lo más lindo del CEA: que quienes vienen, lo hacen por voluntad, por necesidad, por interés genuino. Nos sostenemos desde la autogestión y el trabajo comunitario. Por eso decimos que el CEA lo hace la gente.”
Además, subrayó la importancia de los lazos solidarios que se reforzaron en la etapa posterior a los incendios:
“Más allá del dolor, de las pérdidas y la angustia, queremos resaltar los lazos solidarios y la fortaleza de la comunidad. Eso es lo que tratamos de transmitir: hacer memoria colectiva de lo que pasó, sin quedarnos en la angustia. Sabemos que hay muchas familias que recién ahora se animan a hablar o que aún están en la etapa de reconstrucción. A ellas también queremos acompañar.”
Amplia oferta de talleres con perspectiva territorial
El CEA N.º 3 de Mallín Ahogado ofrece durante el año una variada gama de talleres vinculados al desarrollo agropecuario y a oficios tradicionales, siempre con una perspectiva contextual y comunitaria. Entre las propuestas recientes se destacan:
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Huerta agroecológica
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Manipulación de alimentos
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Construcción en barro y bioconstrucción
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Elaboración de conservas y dulces regionales
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Carpintería básica y uso de herramientas
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Apicultura y cuidado de colmenas
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Alambrado rural y cercado
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Sanidad animal básica y cuidados del ganado menor
Todos los talleres son gratuitos, abiertos a la comunidad y responden a un modelo de formación situado, que busca fortalecer la autosuficiencia y la reconstrucción productiva local, especialmente tras las situaciones críticas como los incendios que afectaron a gran parte de la Comarca Andina.
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