Chacra Rizoma, del sueño agroecológico a una cooperativa que alimenta a más de 400 familias


Con ocho años de trabajo sostenido y un fuerte compromiso con la producción agroecológica, Chacra Rizoma, ubicada al norte de El Bolsón, se convirtió oficialmente en cooperativa. El proyecto, que nació del esfuerzo conjunto de jóvenes profesionales y productores, hoy es referencia en la Comarca Andina por su modelo solidario y sustentable.

 Allí, en un predio  sobre el Camino de los Nogales, se respira trabajo, comunidad y esperanza. Francisco Alvez de Olivera, uno de sus impulsores, resume con sencillez una historia que lleva casi una década de siembra y aprendizaje colectivo.
“Chacra Rizoma es un proyecto que nace hace aproximadamente ocho años. Un grupo de estudiantes y personas idóneas en el área decidimos agruparnos para poner en práctica lo que no estábamos encontrando en otros lugares. Empezamos cuatro, hoy somos nueve en el núcleo y unas veinte personas más colaboran día a día”, explica.


El emprendimiento acaba de alcanzar un hito: la obtención de su matrícula como cooperativa, un paso clave en su formalización. “Fue un hecho histórico para nosotros. Contar con la personería jurídica nos cambia muchísimo: nos permite acceder a nuevos canales, programas y herramientas, y al mismo tiempo da cuenta del crecimiento del proyecto”, celebra Alves de Oliveira.

Un modelo de producción sustentable y comunitario

Rizoma se caracteriza por trabajar bajo principios de agroecología y organización horizontal. Cada decisión se toma por consenso y todos los integrantes participan activamente de las tareas cotidianas.
“Producimos de forma agroecológica, tanto en la tierra como en la dimensión social. Esa horizontalidad está en nuestro nombre: un rizoma es una estructura que crece de manera ramificada y conectada, como nosotros”, explica Francisco.

El emprendimiento abastece a más de 400 familias de la comunidad, además de restaurantes y comercios locales. Su producto estrella son las verduras frescas de estación y los brotes, aunque también producen frutillas y frutas finas. “En menos de dos horas desde la cosecha, la verdura ya puede estar en tu mesa. Esa frescura es parte de nuestra identidad”, señala.

La pre-venta, una herramienta solidaria

Para sostener la producción durante los meses de menor actividad, la cooperativa implementa un sistema de pre-venta, inspirado en la modalidad internacional de Comunidades que Sostienen la Agricultura.
“La gente compra un bono, actualmente de 100.000 pesos, con precios congelados y empieza a retirar productos desde diciembre durante toda la temporada. Así garantizamos el trabajo en invierno y las familias se aseguran alimentos sanos a precios justos”, explica Olivera.

Un oasis agroecológico a minutos del centro

A tan solo mil metros de la plaza Pagano, Rizoma parece un oasis rural en pleno corazón de la Comarca Andina. El paisaje, cuidado con respeto por el entorno, combina la producción intensiva con la belleza natural del valle.
“Parece una chacra modelo escondida en la Patagonia, pero estamos muy cerca del pueblo”, bromea Francisco, mientras recorre los invernáculos que pronto volverán a llenarse de color con las primeras frutillas de la temporada.

Con su reciente reconocimiento como cooperativa, Chacra Rizoma consolida un modelo que combina producción local, economía solidaria y conciencia ambiental. Un ejemplo de que, con organización y compromiso, es posible sembrar futuro en comunidad.











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