Avanza el programa de chipeo municipal para reducir restos vegetales


Con la llegada de la temporada estival y ante un escenario climático que se anticipa complicado, el municipio continúa reforzando las acciones destinadas a reducir la carga de restos vegetales en la zona urbana. En este marco, se consolida el programa de chipeo, una herramienta clave para disminuir el riesgo de incendios y mejorar el manejo de residuos verdes dentro de los barrios.

El titular del área de Medio Ambiente municipal, ingeniero Marco Mansilla, dialogó sobre el funcionamiento del sistema, que recientemente incorporó una nueva modalidad de atención mediante el cobro por metro cúbico. “Cualquier vecino puede solicitar el servicio. Primero realizamos la cubicación del material vegetal y luego se procede al cobro correspondiente. El costo mínimo es de alrededor de 30 mil pesos por metro cúbico”, explicó el funcionario.

Según indicó, la organización se estructura a partir de una jornada específica: los días miércoles, el equipo recorre los distintos sectores de la localidad para medir la cantidad de restos acumulados. Posteriormente, se coordina el chipeo en función de la disponibilidad operativa. Mansilla aclaró que el tiempo de espera puede variar debido a la dependencia del camión adaptado para la chipeadora. “Es una máquina grande, no es fácil de movilizar, y a veces su mantenimiento condiciona los tiempos de respuesta”, señaló.




Consultado por las demoras registradas el año pasado, el funcionario reconoció que el municipio contó con un solo vehículo habilitado para transportar la chipeadora, lo que dificultó el cumplimiento de los cronogramas. Sin embargo, adelantó que el área está trabajando en proyectar la adquisición de nuevas chipeadoras, más pequeñas y con mayor maniobrabilidad, además de una reorganización territorial del sistema.

Como novedad, Mansilla afirmó que se evalúa dejar la chipeadora industrial fija en el sector conocido como “barterero de ramas”, para procesar allí mismo el material vegetal depositado por los vecinos. “Es una idea que se viene trabajando fuerte: evitar mover la chipeadora porque no está diseñada para trasladarla constantemente. Son equipos pesados, industriales, pensados para trabajar en un punto fijo”, indicó.

Por otro lado, el funcionario recordó que el material resultante del chipeo puede tener un uso doméstico muy útil. “Le damos la opción al vecino de quedarse con el chip, porque es muy valioso para el compostaje o el cuidado de jardines. Es un recurso que se puede aprovechar en casa”, remarcó.

De esta manera, el municipio avanza en el fortalecimiento de una política ambiental que busca equilibrar el manejo de residuos vegetales, mejorar la limpieza urbana y reducir riesgos asociados a la acumulación de ramas durante el verano.











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