La escuela especial 522 de las golondrinas recibió equipamiento clave para el traslado y cuidado de sus estudiantes




Familias de la institución lograron adquirir una grúa elevadora y una camilla para mejorar el trabajo diario con alumnos de movilidad reducida

La Escuela Especial N° 522 de Las Golondrinas atraviesa días de enorme alegría y alivio. Gracias a una movida solidaria impulsada por las propias familias —y especialmente por la familia Bonansea— la institución incorporó equipamiento fundamental para el acompañamiento de estudiantes con movilidad reducida, quienes conforman buena parte de la matrícula.


Un aporte “que parecía inalcanzable”

La directora de la escuela, Silvana Jaramillo, destacó el esfuerzo comunitario que permitió obtener estos elementos tan necesarios.

“Muy contentos y agradecidos con la iniciativa de las familias. Se pusieron al hombro una actividad que por momentos era inalcanzable. Nuestra matrícula es motora en gran porcentaje, y el cambiado y el traslado diario son desafíos importantes”, remarcó.


La grúa elevadora: un alivio para los estudiantes y el personal

Entre los nuevos equipos recibidos se encuentra una grúa elevadora, herramienta indispensable para evitar la manipulación forzada del cuerpo de los alumnos al trasladarlos.

“La usamos para pasar a los chicos de la silla a la camilla o a otros espacios. Lo hace de manera amable y pausada, sin necesidad de que varias personas tengan que levantarlos”, explicó Jaramillo.

Desde el equipo asistente, Ivana Fernández subrayó que esta incorporación también cuida la salud de los trabajadores:

“Nos alivia muchísimo la cervical. Hace años levantamos a los chicos a pulso. Teníamos una grúa manual, pero esto es otra cosa.”




La nueva camilla: más comodidad y seguridad

La institución también incorporó una camilla regulable, que permite acomodar su altura para que coincida con la silla de ruedas y facilite las tareas de higiene y cambiado.

“Se levanta y baja a medida de la silla y vuelve a una posición cómoda para trabajar”, detalló Fernández.

Jaramillo indicó que, con este aporte, gran parte de las necesidades urgentes quedan cubiertas, aunque siempre hay elementos por mejorar.


Cuidado del cuerpo y trabajo pedagógico

La directora remarcó que estas herramientas no solo mejoran la seguridad del traslado, sino que también impactan en el abordaje pedagógico:

“Tiene que ver con el cuidado del cuerpo. Es importante que no esté permanentemente manipulado por otras personas. Este equipamiento es protección y calidad de vida.”

Este año lograron además sumar a Ariel, un asistente varón, que ayuda en tareas que requieren fuerza, especialmente cuando algunos estudiantes superan los 90 kilos.


Una matrícula activa y un cierre de año positivo

La Escuela Especial 522 cuenta con 25 estudiantes en sede, además de alumnos que asisten a través del Servicio de Educación Temprana, Primaria y el Servicio de EFI, articulando con otras instituciones educativas de la zona.

“Estamos terminando el año muy bien, contentos”, concluyó Jaramillo.












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