Está cerca de la Autovía Norte y no tiene ningún servicio. Un terreno puede costar unos $150 mil.NeuquénEn el barrio El Trébol la gente casi no anda por la calle. Las arterias están desparejas, con lagunas y la zona que no tiene ningún servicio parece ser la mejor oportunidad de comprar un terreno barato para instalarse cerca de Neuquén.
En la barriada, últimamente hubo denuncias por presuntas estafas con terrenos. Si bien no hay nadie autorizado para comprar y vender, debido a que las tierras aún no están mensuradas, el comercio ilegal de lotes residenciales llegó hasta a Mercado Libre.
“Acá los vecinos casi no nos hablamos, sólo nos juntamos una vez para traer el agua”, dijo Cristian, quien pidió cambiar su nombre por miedo a exponerse en un lugar donde gana la ley del más fuerte.
El Trébol está ubicado detrás de la Cerámica Fasinpat, en tierras provinciales pero dentro del ejido de Neuquén capital, camino a la Autovía Norte. Es un conglomerado de tomas que forman el lado B de la capital, junto a Ruca Antú, toma San Antonio y Los Fresnos, donde la gente está colgada al servicio de electricidad, tiene pozos ciegos y las calles no tienen forma.
El acceso es tan complejo como la asistencia que reciben del Estado. Los vecinos sobreviven como pueden sin alumbrado público. Algunos de ellos trabajan todo el día y dejan las casa solas con el riesgo por la cantidad de robos.
El sector tiene un desarrollo de más de 8 años y en él conviven desde las casillas precarias hechas con partes de vehículos y plásticos hasta viviendas de dos plantas de ladrillo, de familias que tienen vehículos cero kilómetro.
En El Trébol, la pobreza se funde con las familias que tienen aspiraciones y más oportunidades de progresar, pero todos cubiertos bajo el mismo manto del desamparo y la clandestinidad.
“Acá vinimos hace tiempo, yo mismo traje el agua, y se vive tranquilo”, dijo un joven que tiene un comercio en un amplio terreno con una vivienda construida con chapas, retazos y neumáticos.
En la zona viven más de mil familias y la mayoría tiene domicilio ficticio. Las calles ni siquiera aparecen trazadas en el Google Maps y están cerca de las fábricas de Parque Industrial Neuquén.
El transporte público no pasa y los taxistas entran aunque con algunas recomendaciones.
“Acá casi no quedan terrenos, antes venías y podías tomar unos, ahora es más difícil, hay gente que no te deja”, explicó una mujer que vive hace años en el lugar y que se pudo hacer su casa de material.
El Trébol es una apuesta a futuro, a pesar de la ilegalidad. Por la calle Industriales Neuquinos, que corta la Autovía Norte, tiene una rápida salida a la Ruta 7 y con llegada a Neuquén capital. Pero sin servicios y aislado, aún es un barrio que lucha por legalizarse.
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