Desde nuestro espacio político, expresamos nuestro posicionamiento con respecto a las denuncias públicas, por un nuevo caso de corrupción de menores, que involucra a referentes del FpV, recientemente imputados por la justicia.Consideramos imprescindible que la Fiscalía interviniente continúe profundizando la investigación y avance en el proceso correspondiente, poniendo especial énfasis en un procedimiento que atienda la perspectiva de género, proteja a la adolescente en el duro camino que significa hacer frente a un procedimiento, en el marco de una justicia que suele revictimizar a las mujeres y adolescentes y sostiene prácticas patriarcales.
Expresamos nuestra preocupación ante la falta de políticas públicas que resguarden los derechos integrales de niñas, adolescentes y mujeres en situación de vulnerabilidad de nuestra ciudad y nuestra provincia. Planteamos la necesidad de que las instituciones responsables deben garantizar el cuidado y la protección de niñas, adolescentes y mujeres ante las múltiples formas de violencia sexista a las que están expuestas: abusos, corrupción de menores, violaciones, maltratos. El Consejo Provincial de la Mujer y la SENAF, son responsables de realizar un acompañamiento sostenido, que posibilite resguardarlas y apoyarlas en el proceso de construcción de nuevos proyectos vitales.
Desde el Frente para la Victoria, estamos trabajando para la construcción de un espacio político feminista, Mujeres para la Victoria, con potencialidad transformadora de la misma política. Esto significa una forma renovada de mirar y re-discutir el poder, los espacios político-partidarios, las formas tradicionales de hacer política y militancia, con el objetivo generar una agenda feminista para reconocer, priorizar y transformar las injusticias e inequidades que padecen las mujeres, adolescentes y niñas, por el solo hecho de serlo, en un contexto social que perpetúa prácticas abusivas, discriminatorias y violentas. Este es, también, el debate que estamos dando al interior de nuestro espacio político.
Desde esta mirada, ante los hechos que se denuncian, solo corresponde dar consistencia al relato de la adolescente, considerar su situación de vulnerabilidad, entender el entramado cultural misógino y machista que perpetúa la violencia de género y cosifica el cuerpo de las mujeres y adolescentes. Esta debe ser la perspectiva para el análisis y la toma de decisiones, para definir pronunciamientos públicos e institucionales, en esta situación particular y en todas aquellas que signifiquen avasallamiento a los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes definidos en los marcos normativos de protección integral consagrados en nuestro país y nuestra provincia.
Río Negro, 23 de octubre de 2018
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