Sonríe la naturaleza está mirando

Con la apertura turística desarrollándose en el Noroeste chubutense, como burbuja sanitaria desde Corcovado y hasta El Hoyo, cientos de turistas son los que pueden acceder a distintos puntos del corredor de los Andes. Noticias del Bolsón te muestra y te cuenta cómo es la catarata de El Hoyo.

También conocida como Corbata, la catarata de El Hoyo es uno de los atractivos de la región con más fácil acceso y sin lugar a dudas más deslumbrantes para estar en contacto con la naturaleza.

Ubicada a tan sólo 2000 metros del centro de la localidad de El Hoyo, la catarata te recibe por un sendero arbolado dejándote en un cómodo estacionamiento donde hay un sector muy bien acondicionado para poder tomar unos mates o pasar una tarde distinta rodeado por pequeños arroyos que bajan, todos de la misma catarata.

El agua prístina, transparente, invita arrodillarse y tomar un trago del mismo arroyo, sin embargo el lugar está previsto para que en un pequeño grupo de stand puedan ofrecerte jugos naturales de las preciadas frutas finas, de la cual la localidad es la capital nacional, sin embargo cabe destacar que a pesar de que cada fin de semana el lugar es visitado por cientos de personas los puestos están vacíos, no hay nadie que pueda ofrecerte algunas frutas frescas, algún jugo o aunque sea agua para el mate.

Habiendo acomodando todo lo necesario para iniciar la marcha comienzas a subir por un sendero que va bordeando el arroyo que en todo momento es un canto, el canto de la naturaleza. A mitad de camino, unos 400m del estacionamiento tenés un mirador que te deja observar todo el valle en su esplendor y sobre todo saber que te restan otros 400 metros para llegar hasta el salto de la misma catarata.

En el sendero no sólo tenés que ir atento a lo que te depara el camino y disfrutar de la naturaleza, sino que también podés observar aves autóctonas, especies nativas y porqué no, si dejaste volar tu imaginación pensar en que algún duende se te cruzará en el camino mientras vas buscando la catarata.

Si bien son tan sólo 800 m, la trepada no es tan sencilla por lo que deberás llevar calzado adecuado y un poco de agua además de tener en cuenta que a pesar de que bajo el sol puede hacer calor en la sombra del bosque y al lado del arroyo puede ponerse un poco fresco, por lo que no está de más llevar un abrigo liviano.

El descenso obviamente es mucho más fácil pero siempre teniendo en cuenta de ver bien donde uno pisa, para evitar una caída que nos complique la tarde, pero ya al llegar a la zona de las mesas, unos cómodos bancos invitan a disfrutar de los mates (individual), una charla amena con los vecinos ( con distanciamiento)y porqué no programar un regreso quizás ya con una bolsita de cerezas para ir degustando en el trayecto.