El Bolsón: explosión de ocres y nubes bajas en el cerro Piltriquitrón

El otoño se manifiesta en todo su esplendor en la Comarca Andina con su variedad de colores, incluyendo verdaderas lluvias doradas –producto de las hojas de los álamos-, cuando se camina por los callejones rurales.

Por Fernando Bonansea

En coincidencia, subir hasta El Bosque Tallado en las estribaciones del cerro Piltriquitrón es un espectáculo de la naturaleza a esta altura del año y un atractivo irresistible para lugareños y turistas. Está ubicado a 1.400 msnm (frente a la ciudad de El Bolsón), y se trata de 55 tallas monumentales, construidas sobre troncos de lengas –remanentes de un antiguo incendio-, algunas de más de dos metros de altura y desperdigadas sin un orden aparente, como si fuese un bosque encantado surgido de manera espontánea.

 

Se explica que “es el resultado de la creatividad y el talento de artistas argentinos y extranjeros que aportaron su creatividad a lo largo de cinco encuentros de escultores, equipados con una motosierra, martillos y gubias para dar forma a los troncos muertos, rezagos de un gran incendio forestal ocurrido en 1978”.

Un duende, la pachamama, la serpiente emplumada, el cazador y una figura abstracta son las últimas tallas, aunque otras más antiguas como “Señor Lengol”, “Ypuche”, “El Puma”, “El Duende Vegetal”, “El Jabalí” o “la Mujer” son las que detienen por más tiempo a los excursionistas y se llevan las mejores fotos.

Para llegar hay que hacer en auto los primeros 11 km kilómetros, pasando por Villa Turismo hasta “La Plataforma”, lugar habitual del despegue de parapentistas. Desde allí comienza un sendero que puede cubrirse en 40 minutos caminando entre el ocre de las lengas y las nubes que cuelgan desde el cielo a pocos metros. Como telón de fondo, los cóndores sobrevuelan y la vista se extiende en todo su esplendor de otoño por los valles hasta el lago Puelo y el cordón montañoso que marca el límite con Chile (el paseo también se puede contratar en alguna agencia del centro de El Bolsón, incluyendo traslado).

Para completar el recorrido -luego de otros 20 minutos de caminata-, se llega hasta el refugio del cerro Piltriquitrón, con una vista privilegiada y buena gastronomía regional.

Buenas vibras

En coincidencia, por la región aseguran que “el cerro Piltriquitrón emana una energía muy especial, que mejora el estado de ánimo”. Lo cierto es que la leyenda “viene desde hace un siglo, cuando El Bolsón tenía más duendes que seres humanos” y hoy se ha convertido en un punto por excelencia del mundo holístico.

Aprovechando los fines de semana largos, hay cientos de personas que llegan con el objetivo de disfrutar del “turismo bienestar” que ofrecen unos 10 terapeutas reconocidos a nivel internacional y con centros habilitados a lo largo del Corredor Andino.

 Desde meditación, acupuntura, yoga y reiki hasta sanación reconectiva, masajes holístico y tailandés, registros akashicos, tai chi chuan, reflexología, terapia floral, tarot astrológico, chakra danza, masaje indio de la cabeza y masaje tai na, son algunas de las propuestas que los visitantes pueden elegir entre las técnicas de relajación y depuración, terapias de curación y rehabilitación, productos  y servicios ofrecidos por los experimentados especialistas.

A modo de ejemplo, anteponen que “con un baño de gong podrás liberar bloqueos mentales y emocionales, reducir el estrés y las tensiones del cuerpo físico, equilibrar la mente y las emociones, estimular el sistema glandular, regenerar el sistema nervioso, limpiar, armonizar y sanar tu alma, conectarte con tu verdadera esencia”.