Vacaciones de invierno: Un guiso carrero preparado sobre la salamandra de los vagones de La Trochita



La salida de La Trochita desde la estación El Maitén siempre es una fiesta. Lo saben los lugareños y principalmente los turistas que hacen cientos de kilómetros para subirse a los vagones centenarios y vivir la experiencia de un viaje por el tiempo, rememorando los aires del Lejano Oeste que envuelven a la formación junto con el humo de la locomotora.

Este invierno, la excursión sumará una propuesta gastronómica imperdible: para las salidas programadas los martes 11 y 18 de julio, habrá un guiso carrero preparado sobre la salamandra del coche de pasajeros, tal como sucedía en décadas pasadas cuando el Viejo Expreso Patagónico hacía el trayecto entre Ingeniero Jacobacci y Esquel y a la hora de la comida aparecían las ollas de los viajeros y paisanos de la zona, que compartían con los mochileros de bolsillos “flacos” que solo aportaban la música de sus guitarras.


Por aquellos años, la salamandra era la única posibilidad de calefacción y todos buscaban un poco de calor en largas jornadas de invierno cuando había un metro de nieve al costado de las vías y nadie se animaba a anticipar la hora de llegada a la próxima estación.

En coincidencia, y siempre pensando en las vacaciones de invierno, los días sábados 15 y 22 de julio, el viaje será hasta la pintoresca localidad rionegrina de Ñorquincó (puerta de entrada a la Línea Sur), recorriendo más de 75 km entre ida y vuelta luego de cruzar el puente sobre el río Chubut (la postal más buscada por los visitantes) y atravesar los campos de las estancias de la región, con un marco paisajístico de cerros y formaciones de rocas que dan vuelo a la imaginación. Al llegar, mientras la vieja máquina Baldwin hace las maniobras para la vuelta, es irresistible la tentación de degustar unas tortas fritas ofrecidas por los productores locales. La partida está programada para las 11, regresando a las 15.30. Hay otra salida extra el martes 25 de julio hasta el km 228, a las 12.

En todos los casos, se recomienda hacer la reserva previa (el boleto se puede comprar online en la página latrochita.org.ar).

Previamente, los pasajeros tienen la posibilidad de visitar en El Maitén los talleres ferroviarios, donde el personal explicará el funcionamiento de las centenarias locomotoras y su reparación con maquinarias y herramientas instaladas en la década de 1940. Al lado, funciona el museo donde se exponen objetos, imágenes y documentos sobre la historia de La Trochita desde sus orígenes, incluyendo los personajes que sobrevivieron al tiempo.

Durante cuatro décadas, el tren fue el medio de transporte más importante entre las provincias del Chubut y Río Negro, con vinculación permanente con la Capital Federal, desde donde llegaban todas las mercaderías para el corredor andino desde Bariloche hasta Esquel. En sentido inverso, se enviaban los denominados “frutos del país” (lanas, cueros, maderas, animales en pie, minerales).

Safari fotográfico

De igual manera, los turistas que lleguen hasta El Maitén encontrarán múltiples propuestas de aventura y esparcimiento, como el trekking hasta el Cañadón de los Ensueños (pasando por pintoresca aldea Buenos Aires Chico), el cerro de la Cruz o La Bella Durmiente, que permiten unos safaris fotográficos de primer nivel.

Otro recorrido ideal para hacer en familia es el “Circuito ferroviario”, que permite conocer un poco más del poblamiento de la localidad: comienza en el Paseo de las Esculturas y sigue por el Barrio de Las Latas, el Barrio Ferroviario, el Pasillo de Romero, el predio de la estación y el andén del ferrocarril.



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