Día del Escritor en Argentina, entre letras, legado y contradicciones



En homenaje al nacimiento de Leopoldo Lugones, cada 13 de junio se celebra el Día del Escritor en nuestro país. Desde su obra poética hasta su pensamiento político, el escritor cordobés dejó una huella tan brillante como controvertida en la literatura argentina. También es una oportunidad para reconocer a quienes, desde lugares como El Bolsón, mantienen viva la llama de la palabra escrita. 

Cada 13 de junio se conmemora en Argentina el Día del Escritor, fecha que recuerda el nacimiento de Leopoldo Lugones (1874–1938), figura central en la literatura nacional y pionero del modernismo rioplatense. Su vida estuvo marcada por la intensidad: poeta, cuentista, ensayista, periodista y orador, Lugones fundó en 1928 la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), institución que tras su trágico suicidio decidió inmortalizar su fecha de nacimiento como símbolo de la escritura nacional. 

Desde su juventud ligada al socialismo hasta sus años finales apoyando el golpe militar de José Félix Uriburu, Lugones atravesó profundas transformaciones políticas, que contrastan con la solidez y perfección de su obra literaria. La socióloga y ensayista María Pía López, autora del libro Lugones. Entre la aventura y la cruzada, lo describe como un escritor brillante, pero profundamente contradictorio. “Su literatura fue inimitable. Nadie escribió como él. Y, sin embargo, nadie fue tan difícil de heredar”, señala. 

Pero este día también invita a mirar más allá de los grandes nombres de Buenos Aires. En localidades como la nuestra, la escritura florece en autores que rescatan historias, mitos, paisajes y memorias de la región. Entre ellos se destaca Juan Domingo Matamala (1951–2018), historiador, docente y autor de títulos como El Bolsón como yo lo conocí y Mitos y leyendas de El Bolsón, que dan cuenta del valor cultural de la oralidad patagónica. Su legado aún inspira a escritores emergentes del sur. 

También Tato Affif, narrador y tallerista, ha sabido conquistar lectores con relatos de terror y fantasía ambientados en los bosques cordilleranos, combinando géneros con identidad regional. Y figuras como Diego Angelino, radicado en El Bolsón desde hace décadas, han contribuido a enriquecer la literatura con voces locales y sensibilidad universal. 

Hoy, en un mundo atravesado por lo digital y el vértigo, la escritura sigue siendo un acto de resistencia, de memoria y de creación. Un día para celebrar a quienes con palabras construyen puentes entre generaciones, paisajes y pensamientos. 





Publicar un comentario

0 Comentarios