“VOLVER A LA VIDA EL TREN ES DEVOLVERLE LA VIDA A LOS PUEBLOS”

Sin lugar a dudas, creo que volver a la vida los trenes será reconstruir en el presente uno de los capítulos más interesantes de nuestra historia como pueblo. El rescate del tren, volverlo a la vida, simboliza para todos los argentinos, la recuperación de una parte de nuestra identidad perdida, de uno de los momentos más importantes en la vida social, económica e industrial.


Darle vida para la gente, para el trabajo, para la comunicación. En fin devolverle su destino social.

La historia del tren en la Patagonia
Las diferentes líneas fundadas en la Patagonia tuvieron como objetivo lograr una comunicación interna, la salida de los productos cordilleranos por los puertos de la Patagonia y la inclusión al sistema ferroviario nacional.
En 1947, el presidente JD Perón nacionalizó los ferrocarriles dando un nuevo impulso y creando los talleres escuela donde se formaban operarios, siendo todo un orgullo para la economía argentina el desarrollo de esta industria.
Más adelante, comenzaría la parte más triste de la historia del tren, cuando se desmanteló el sistema ferroviario, lo cual coincidiría con el proceso de desindustrialización sufrida por nuestro país a manos, primero, de los gobiernos militares, y después por el gobierno del menemismo en la década del 90.
En 1991, el gobierno nacional comenzó el desmantelamiento de los servicios ferroviarios, concesionado por separado los distintos ramales y cediendo a las provincias la responsabilidad de mantener el servicio de pasajeros. Por esa época, y según Juan Carlos Cena, autor del libro “Ferrocidio” que alude al genocidio que significó la aniquilación en 1991 del ferrocarril nacional, el cierre de ramales dejó 870 pueblos fantasmas. Se expulsaron 85.000 trabajadores de los 220 mil que había en la mejor época. En los talleres ferroviarios como los de Tafí Viejo, trabajaban 5.500 trabajadores; en Laguna Paiva, 2.000; 700 de San Cristóbal y 400 de Cruz del Eje. Todos ellos fueron cerrados.
Las consecuencias sociales y políticas fueron devastadoras, pues la estructuración de redes que mantenía al país comunicado, se desmembró y cientos de pueblos del interior quedaron aislados. Dejaron de existir los trenes aguateros y sanitarios, se saturó el transporte por las rutas y aumentaron las muertes por accidentes de tránsito.
Con las concesiones, el tren dejó de ser un servicio público sin fines lucrativos.
La migración interna, el abandono de los pueblos y la falta de comunicación que hacía imposible el intercambio de productos en las pequeñas economías familiares, convirtió a estos lugares en desiertos.
Creo que estamos a tiempo, y cada vez mas cerca de cambiar el rumbo de la historia y recuperar nuestros trenes con el fin que cumplan el objetivo social que supieron tener: ser un servicio público para contribuir con el desarrollo de los pueblos.
Los trenes son sistemas de transportes confiables y seguros que pueden trasladar provisiones a los grandes conglomerados urbanos y hacer frente a condiciones climáticas que dificultan el arribo de bienes o personas en situaciones de niebla, humo, granizo y/o lluvias, evitando el aislamiento y reduciendo sustancialmente costos de fletes que inciden en el precio de los bienes que se consumen.
- Conectan la economía de las zonas productoras con los mercados urbanos y de exportación reduciendo en forma significativa la siniestralidad de nuestras rutas y autopistas. Los accidentes en nuestras rutas y autopistas durante el año 2007 provocaron más de 35.000 lesionados y 8.200 víctimas fatales.
- La disminución del tránsito en rutas y el menor uso de camiones para media y larga distancia que tiene como objetivo la distribución de cargas, abarata costos, evita accidentes, e inclina la balanza a favor de los trenes.
- La escasa polución, comparado con miles de camiones circulando emitiendo gases tóxicos en grandes cantidades, es otra de las ventajas del servicio ferroviario en relación al cuidado del medio ambiente y la salud pública.
-Uniendo ciudades, el tren es fundamental para solucionar el traslado de estudiantes, empleados y empleadas, operarios, comerciantes, que estudien, hagan trámites o tareas, contando con un medio de trasporte barato y seguro.
-Mejorar los trenes, activaría las economías regionales, además de todas las ventajas antes enumeradas, generando puestos de trabajo y formación de gente especializada.

Tren del Valle y otros proyectos

En septiembre del 2006 un grupo de vecinos de Río Negro y Neuquén se reunieron con el fin de volver a la vida el tren de pasajeros en el valle. Ello dio origen a una comisión y a varias subcomisiones locales a lo largo del trayecto Chichinales-Senillosa que harían conocer el proyecto y difundirían la idea. Estos años se ha trabajado arduamente en lograr el objetivo que nos hemos planteado.

Luego se agregaron otros proyectos: la reactivación de “LA TROCHITA” como un proyecto con un alto valor social, cultural y turístico que sufrió el impacto negativo de la política neoliberal y dejó aislados a muchos pobladores de pequeños pueblos y parajes rionegrinos por los que pasaba históricamente.

También, la reactivación del ramal de viejo ZAPALERO o ESTRELLA DEL VALLE desde la Ciudad de Choele Choel hasta el Puerto de San Antonio Este, con el fin de la utilización del tren para el traslado de la producción frutihorticola del Alto Valle hacia nuestro Puerto de ultramar.

El fortalecimiento del TREN PATAGONICO por el inmenso valor social y de integración que cumple a pesar de sus innumerables deficiencias.
En este punto, no puedo dejar de valorar una vez más, la decisión del Gobierno Rionegrino de pelear para que el TREN PATAGONICO o SEFEPA, se mantenga sobre sus rieles para dar vida a los pueblos de nuestra línea sur a pesar de los múltiples intereses para que se desmantele y deje de funcionar durante la década menemista.

En las últimas semanas se ha podido observar un tren de pasajeros recorriendo el tramo de BAHIA BLANCA-NEUQUEN; se trata de un proyecto nacional para volver a la vida ese tramo que conectara estaciones de Río Colorado, Choele Choel, Belisle, Darwin, Chelforó, entre otros pueblos que sufrieron el impacto negativo del cierre de los ramales. Observamos con mucha expectativa este avance histórico.

Como representante de la comisión pro tren del valle, manifesté la voluntad de estar a disposición de las autoridades nacionales para concretar este primer tramo que considero será el comienzo de la concreción de otros proyectos como el del TREN DEL VALLE que unirá Chichinales y Senillosa y, paulatinamente, todos los proyectos mencionados.
Anhelamos que toda la red ferroviaria vaya abriéndose paso por territorio provincial. Festejamos este primer paso auspicioso con el tren Bahía Blanca-Neuquén, en la absoluta confianza que pronto podremos escribir una nueva página de nuestra historia, recuperando nuestro patrimonio ferroviario y haciendo realidad el sueño de volver a la vida el tren para devolverles la vida a los pueblos.

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