Más de 100 chicos y chicas de los poblados rurales del valle
de Cholila concurren a la escuela secundaria y de gestión social ubicada a 5
kilómetros del casco urbano, sobre la ruta 71.
“Como siempre, el primer paso para trabajar junto a las
familias rurales es conocerlas y que nos conozcan, creando un vínculo de
confianza mutua”, narró Matías Dumais, director
ejecutivo de la entidad. Para Cruzada Patagónica, ese es un
paso fundamental para el trabajo en forma conjunta en el que, no obstante, el
poblador es protagonista de su cambio.
El CEA ofrece, desde febrero de 2008, un secundario gratuito
para jóvenes del ámbito rural y semi rural. Los alumnos, que allí se reciben
con el título de técnicos agropecuarios, tienen la oportunidad de volver a sus
comunidades y aplicar lo aprendido, buscar un empleo calificado o continuar sus
estudios universitarios. En relación con esto, Dumais sostuvo que “lo más
importante es poder brindar una educación integral y una formación con capacidad
emprendedora y productiva, con vistas al desarrollo local sustentable”.
Según declaró el muchacho, el Centro Educativo Agrotécnico
Valle de Cholila está consolidándose como una propuesta de servicios educativos
destinados a vastos sectores de la población del noroeste de la provincia del
Chubut. Luego, se refirió al CEA como una “escuela pública de gestión social”,
puesto que aspira a dar oportunidades educativas a los jóvenes que menos las
tienen. Por su parte, Javier Bessone, director del establecimiento, consideró:
“La educación es la revolución mansa, silenciosa, que construye futuro, que
alimenta libertades y dignidades”.
Capacidad emprendedora
Impulsada por la Fundación Cruzada Patagónica de Junín de
los Andes se trata de un espacio cuya formación promueve la capacidad
emprendedora con el objetivo de que los jóvenes repliquen el conocimiento en
sus lugares y tengan la posibilidad de continuar sus estudios. Asimismo, la
asociación orienta sus actividades al asesoramiento al desarrollo rural de los
productores de la zona.
En tal sentido, las tareas apuntan al desarrollo rural
sostenible a través de capacitación en invernaderos, captación de agua,
pasturas, energías alternativas, conservación de alimentos y mejoras en
infraestructura”, explicitó el miembro de la organización. Para ello, agentes
técnicos visitan a los pobladores todos los días de la semana y les brindan
asesoramiento.
Crecimiento de la matrícula
“En 2008, iniciamos
con 29 alumnos. Actualmente, concurren a
este establecimiento 125 aproximadamente”, informó uno de los integrantes de la
asociación. Con respecto a ello, Matías Dumais observó que el alumnado actual
proviene de Cholila, paraje el Blanco, Colonia Cushamen, El Cajón, El Maitén,
Camino Costa de Ñorquinco, Gualjaina, Leleque, Villa Lago Rivadavia, Costa del
Chubut, Lonko Trapeal, La Rinconada, Tropezón, Aldea Epulef y El Mirador de
Fofocahuel, entre otros lugares.
Este continuo crecimiento de la matrícula constituye, para
Cruzada Patagónica, un gran desafío, ya que requiere un esfuerzo permanente de
ampliación de la infraestructura e instalaciones, tanto de las aulas, salones,
galpones productivos como de las residencias estudiantiles. En ese punto, desde
la Fundación destacaron el aporte de empresas de la región tales como ALUAR y
PAE. “También es digno resaltar el constante apoyo del grupo de padres y madres
de alumnos que, con creatividad y compromiso solidario, realizan numerosas
actividades de recaudación y compran elementos necesarios para la escuela”,
señalaron. Gracias a esas acciones solidarias, la escuela tiene una amasadora,
una heladera y un equipo de sonido, entre otros elementos.
Convenio
Los integrantes de la Fundación contaron que, en 2006, la
entidad llevó a cabo un estudio de factibilidad para la creación de un
establecimiento educativo de las características del actual CEA Valle de
Cholila. Para ello, se recorrieron parajes, escuelas rurales y familias para
recabar información concreta sobre la realidad de las comunidades. Uno de los
datos más importantes fue la necesidad de crear una escuela agrotécnica para
que los jóvenes de la estepa chubutense tengan la posibilidad de continuar sus
estudios.
Por lo tanto, el colegio fue creado gracias a un convenio
con la provincia del Chubut bajo la Ley 5615 de la Legislatura. Mediante ese
acuerdo, el Estado se comprometió a cubrir los sueldos docentes y no docentes
así como contribuir con partidas para alimentos del comedor escolar y el
transporte de los alumnos.
Por otra parte, el director ejecutivo comentó que la
provincia les cedió en comodato el edificio y el predio de un hospital rural
con 20 años en desuso que la Fundación refaccionó y acondicionó.
Desde que comenzaron las clases,
Cruzada Patagónica y otras organizaciones del tercer sector articulan con
entidades gubernamentales nacionales, provinciales y municipales como el
Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), el Ministerio de Educación
y el municipio local en distintos planos tales como el pedagógico, técnico,
operativo y financiero.
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