Ante tal noticia de inmediato se conforma una
comisión policial integrada por el Oficial de Servicio y personal del área de
investigaciones de la Comisaría 12° y parte con rumbo a la zona donde habría
ocurrido el suceso. Grande fue la sorpresa de los uniformados cuando a mitad de
camino, se encuentran con el remisero de 38 años de edad, que era traído por
otro compañero, cuando advierten una fuerte halitosis alcohólica y no
observaron golpes.
Lo derivaron al hospital de El Bolsón,
mientras comenzaron con rápidas averiguaciones para saber que había ocurrido.
Las sorpresas
continuaron cuando en un campo se encuentran dos personas y un menor, que le
refieren a los uniformados que el remisero supuestamente asaltado había estado
toda la tarde participando de un asado y bebidas alcohólicas, a la vez que le
había prestado el remis a un jovencito que estaba en el lugar quien “jugó” con
el rodado, observándose el rodado totalmente embarrado y las huellas de las maniobras sobre el
terreno.
De vuelta a El
Bolsón los uniformados se dirigen al hospital dónde aun estaba el remisero, quien
al advertir que le habían descubierto su mentira estaba apurado para dejar el
lugar. Se lo invitó a denunciar en forma escrita y no lo quiso hacer. El
certificado médico extendido en el nosocomio local solo certificó excitación y
verborragia.
Por su parte el subcomisario
Godoy dijo “Quiero destacar la rapidez con la que actuó el personal policial
que pudo dar por tierra con la falsa denuncia del remisero. Asimismo surge la
preocupación, ya que surge a las claras la falta de control de parte de la
remisería que si detectó que un vehículo
salió a las 11,00 de la mañana y no da señales de vida su conductor durante
toda la tarde, mal pueden avisar a la Policía con tanto tiempo transcurrido”.
Finalmente
sentencio “En este caso no ocurrió nada y si no hubiese sido así…se hubieran
perdido un tiempo valiosísimo para la investigación”
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