Apenas Nazario Quilodrán escuchó que se disponía la inmediata libertad de su hijo, Ricardo, porque la fiscalía había retirado la acusación en su contra, explotó por la emoción. Avanzó hacia el lugar donde estaba Ricardo y lo abrazó con fuerza. Al lado de su hijo, Nazario lloró. El hombre canoso, de rostro cansado, había visto durante casi un año a su hijo preso en el penal 3 de Bariloche, porque estaba imputado por el delito de homicidio, pero la Cámara Criminal Segunda de esta ciudad ayer lo absolvió.
El fiscal de Cámara Martín Lozada explicó en su alegato ante los jueces del tribunal, integrado por Gregor Joos, Héctor Leguizamón Pondal y Rubén Marigo, que retiraba la acusación por el delito de homicidio en contra de Ricardo Quilodrán porque no se acreditó en el juicio el hecho atribuido al joven de 32 años.
“Ha quedado claro que ese día, Luciano Mayorga intentó apoderarse de los elementos que traía don Paulino Nogueira”, sostuvo Lozada. Y advirtió que Quilodrán intervino en defensa de Nogueira de 71 años. “Quedó claro que Mayorga extrajo un arma blanca y luego se trenzaron con Quilodrán”, añadió.
Lozada advirtió que sin duda hay un comportamiento de Quilodrán que encuadra en una acción antijurídica que es el homicidio, “pero acá tenemos que verificar que esta acción estuvo signada por la necesidad de preservar su vida”.
Afirmó que hubo una proporcionalidad en el enfrentamiento con Mayorga y concluyó que Quilodrán sólo intentó proteger su vida. Por eso, destacó que la conducta del imputado encuadra en la figura de la legítima defensa y solicitó su absolución. La defensora particular Silvia Frank adhirió al planteo del fiscal de Cámara. Quilodrán fue juzgado como presunto autor del homicidio de Mayorga. El hecho atribuido al acusado ocurrió la tarde del 14 de noviembre del año pasado en el callejón Ojeda, al 3560, de El Bolsón.
Según la acusación fiscal, hubo una discusión y Quilodrán y Mayorga se propinaron varios golpes de puño. Mayorga cayó al suelo y su novia, Gloria Mansilla, y Nogueira intentaron separarlos. Quilodrán sacó de la cintura un cuchillo con el que intentó lesionar a la novia de Mayorga, que se levantó del suelo. Fue el momento que Quilodrán apuñaló a su oponente en el abdomen. La herida perforó el hígado y laceró el pulmón derecho y Mayorga murió por la grave hemorragia. Quilodrán se entregó a la Policía.
Sin embargo, en el juicio los testigos declararon que Quilodrán intervino en defensa del abuelo que había sido robado por Mayorga, que se enojó con Quilodrán. Todos estaban alcoholizados. Los testigos señalaron que Mayorga estaba armado con un cuchillo y que el imputado se había defendido.
Tras la audiencia, Frank lamentó que Quilodrán estuvo casi un año preso. Dijo que la acusación la impulsó el agente fiscal Martín Govetto a partir de la denuncia de la novia de Mayorga, que declaró ayer ante el tribunal y se desdijo.
Frank aseguró que en la etapa de instrucción no tuvo la posibilidad de que la denunciante comparezca para declarar ante el juez. “Todo esto te deja un sabor amargo porque viene uno, te denuncia y te arruina la vida”, sostuvo la abogada.
“Yo defendí al abuelo y me defendí. Soy un hombre de trabajo. Nunca pensé que iba a pasar por esto. Pido perdón a la familia”, dijo Ricardo Quilodrán, quien estuvo detenido en el Penal 3.
“La acción típica antijurídica del homicidio cede ante la figura de la legítima defensa”, por eso se solicitó la absolución, sostuvo el fiscal de Cámara, Martín Lozada, ante los jueces del tribunal.(Fuente: diario Río Negro).
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