Un proyecto innovador, que puede generar cambios importantes en Cinco Saltos

La Universidad Nacional del Comahue, a través de la Facultad de Ciencias Agrarias, y la empresa Pura Frutta están avanzando en la carta de intención para poner en marcha un consorcio para la producción, innovación e investigación frutihortícola y alimentaria –junto a otros organismos públicos y privados- para trabajar en investigación aplicada e incentivar la creación de empresas de base tecnológica. También participa la Facultad de Ciencias y Tecnologías de los Alimentos, que busca desarrollar la producción de levaduras para la vitivinicultura de cepas autóctonas, a partir de un proyecto de investigación que ya cuenta con una planta piloto en Villa Regina.

Además de las partes que se vienen reuniendo, expresaron su interés en sumarse a participar en las próximas reuniones el intendente de Cinco Saltos, Germán Epul, la secretaria de Ciencia, Técnica e Innovación Productiva de Río Negro, Briggitte Van Den Heede, y el ministro de la Producción, Alberto Diomedi. También se va a cursar invitación a la Secretaría de Estado del COPADE.

La semana pasada mantuvieron dos reuniones. La primera en la planta de Pura Frutta en Centenario, en la que participaron la vicerrectora de la UNCo, Dra. Adriana Caballero, el secretario de Extensión, Mg. Gustavo Ferreyra, el vicedecano de la Facultad de Agrarias, Esteban Jockers, e integrantes del equipo de gestión de la unidad académica y los socios de Pura Frutta, Martín Carro y Diego Núñez. En la segunda reunión, en la sede de la Facultad, se sumó la decana Graciela Nievas.

En principio, la propuesta sería la construcción de una planta para la producción de jugo de manzana 100% natural y aprovechar el bagazo de manzana para la producción de levaduras autóctonas para la producción vitivinícola, investigación desarrollada durante más de dos décadas por la doctora Caballero y ya puesta en producción en fase experimental en la Facultad de Ciencias y Tecnologías de los Alimentos.

En el proyecto de levaduras, se utiliza un porcentaje importante del bagazo de manzana, pero queda un remanente que puede tener otros aprovechamientos a partir de proyectos de investigación aplicada que lo transformen. Desde croquetas de manzana, alimento para animales hasta la producción de cubiertos y sorbetes descartables o comestibles –aprovechando la celulosa-, son algunos de los usos mencionados. La idea es aprovechar las futuras instalaciones para el desarrollo de otros proyectos bioalimentarios.

El borrador de la carta de intención sobre la que se trabajará en los próximos días expresa que “las partes ratifican la voluntad de conformar una asociación interinstitucional público – privada para avanzar y concretar proyectos con el objetivo de contribuir al desarrollo productivo de la región, con base en la producción, innovación, asistencia técnica, investigación, extensión, formación y capacitación de recursos humanos en el sistema frutihortícola y alimentario y fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas del Valle inferior del río Neuquén y Alto Valle del río Negro”.

En el mismo borrador también se establece que “las partes acuerdan avanzar en la factibilidad legal, académica, ambiental, económica y social de la iniciativa en un todo de acuerdo con los mecanismos previstos por la normativa y procedimientos pertinentes, incluyendo el proceso de información y consulta previa en las instancias y ámbitos que correspondan”.

El secretario de Extensión, Gustavo Ferreyra, expresó que “para la Universidad significa poner en acción una de las misiones de la Universidad, al hacer una alianza estratégica entre la capacitación y formación profesional y la producción de conocimiento y asociar eso con el sistema productivo y con la política pública y con los sujetos del sistema productivo y de la política pública, que son los decisores políticos por un lado y los productores primarios y quienes se están incorporando con innovación tecnológica a la cadena de valor del sistema productivo”.

Ferreyra explicó que se trata de “un esquema de asociaciones, ejemplo de otros que van a surgir, es una pyme, que es una fábrica de jugos, una idea innovadora, una fábrica de levaduras de una facultad hermana de la Facultad de Ciencias Agrarias, como es la Facultad de Ciencias y Tecnología de los Alimentos, un gobierno provincial a través de su Secretaría de Ciencia, Técnica e Innovación Productiva que va a realizar gestiones, esperamos también contar con la participación del COPADE, porque la Universidad es un organismo descentralizado del gobierno nacional, autónoma y autárquico, y otros que pueden ir acoplándose a ese esquema junto con tecnólogos, docentes e investigadores de las facultades de Ciencias Agrarias y de Ciencias y Tecnologías de los Alimentos, ese es el esquema que vamos a potenciar, como lo hicimos en la Unidad Agroalimentaria de la Norpatagonia en Viedma, con la participación de la Universidad Nacional de Río Negro, el INTA, el IDEVI, o el Centro de Investigaciones Marítimas Aplicadas en San Antonio Oeste”.

La vicerrectora Adriana Caballero estimó que es una oportunidad para el desarrollo de empresas de base tecnológica y también para establecer trabajo de colaboración entre distintas facultades. Destacó que el proyecto de levaduras, desarrollado a partir del trabajo del equipo de investigación que encabezó en la Facultad de Ciencias y Tecnologías de la Alimentación, ya está para pasar a escala de producción.

La decana Nievas opinó que “es una propuesta muy innovadora para nuestra facultad, pero no deja de ser un gran desafío, es algo que nos hace falta para establecer la vinculación tecnológica de parte de nuestros docentes-investigadores, es una oportunidad para que la facultad tenga otro espacio, ocupe otro lugar y para que tenga más presencia en nuestro medio”.

Destacó también que es una oportunidad para generar fondos para sostener el campo experimental, que no tiene un presupuesto específico para sostener. Señaló que desde que asumieron en el 2014 tienen la idea de realizar alianzas estratégicas con productores hortícolas para poner en producción unas parcelas de la facultad, pero como el suelo no estaba en condiciones lo están recuperando.

“Cualquier proyecto innovador tiene que contar con todo el consenso de la comunidad universitaria, sino está destinado al fracaso, obviamente aparecen preguntas que generan incertidumbre, hay que seguir avanzando para ver la factibilidad, no hay nada concreto más allá de las ganas de hacerlo. Queremos avanzar en un primer acuerdo para ya tener algo concreto para debatir en la facultad y ver la factibilidad ambiental y de servicios con la Municipalidad, ver qué tipo de convenios habría que firmar entre la Universidad y la empresa para la ocupación de las tierras, cuál sería la figura, hay bastante trabajo alrededor de esto”, expresó Nievas.

“No es una planta convencional, es una empresa pequeña, tiene una forma de producir saludable, sin agregados, sin conservantes y por lo tanto todo lo que queda de la producción es reutilizable, tanto para la planta de levaduras como para cualquier otro producto, es innovador y, por otro lado, la producción a pequeña escala en un entorno productivo, en un campo experimental de una facultad, también puede formar parte de un circuito turístico, en ese sentido lo veo como un proyecto de gran valor, que aporta a la sociedad de Cinco Saltos”, resaltó la decana.

Estimó también que es un proyecto que también puede brindar servicios a otros productores que quieran procesar su fruta en la planta o desarrollar otros proyectos, como secado de frutas y hortalizas. “Se podría generar un polo alternativo vinculado con la alimentación, es una buena oportunidad para la facultad y para Cinco Saltos”, reflexionó.

Martín Carro, uno de los socios de Pura Frutta, expresó su entusiasmo con las reuniones de trabajo que vienen manteniendo con representantes de la Facultad de Ciencias Agrarias y de la Universidad Nacional del Comahue. “Vemos un camino posible, la intención está, vamos a armar una carta de intención, es una alternativa interesante, hay que buscar consensos entre las partes, tanto a nivel universitario como en la facultad, el único camino posible es comunicarlo, no vamos a tener ningún efecto positivo si se hace a puertas cerradas, aspiramos que se pueda ejecutar en el mediano plazo, como proyecto macro es muy importante, establece el trabajo en colaboración entre dos facultades y el sector privado”, expresó.

Durante la recorrida que realizó la comitiva de la Universidad por la planta de Pura Frutta en Centenario, Carro destacó que también significa una mejora importante para los productores que venden su fruta porque están pagando el doble de lo que abona la industria juguera. “Nosotros compramos el descarte del galpón de empaque, que es manzana de muy buena calidad que pasa a descarte por cuestiones de forma o de color, pero que está en muy buenas condiciones, por eso pagamos mejor que la industria juguera”, precisó. El vicedecano Estaban Jockers también señaló que mejoraría la rentabilidad de los productores si ya destinaran parte de la producción para este tipo de industria, porque ahorrarían costos importantes en actividades culturales como poda o raleo.













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