Este beneficio financiero permitió a los productores acceder a la compra de tractores, segadoras, sembradoras y, rotoenfardadoras, que hoy se encuentran a lo largo y ancho de la provincia, contribuyendo al desarrollo rural de la localidades de Allen, General Roca, General Godoy, Villa Regina, Chichinales, Cipolletti, Bariloche, Choele Choel, Lamarque, Río Colorado, Chimpay, Pomona y Viedma.
De las 29 maquinarias financiadas en total, 11 corresponde al sector frutícola. “Los distintos relevamientos que existen reflejan la realidad obsoleta del parque de maquinaria e implementos del sector. A partir de estos resultados, se definió la implementación nuevamente del programa de financiamiento para mejorar la eficacia de las tareas culturales, los volúmenes de producción, los programas sanitarios y la calidad de los productos”, explicó el subsecretario de Fruticultura, Pablo De Azevedo quien señaló también que estos equipos mejoran el rendimiento de la mano de obra y las condiciones a las cuales está expuesto el trabajador rural.
El sector forrajero rionegrino, en franco crecimiento, solicitó este año créditos que permitieron comprar 18 equipos. Al respecto, el subsecretario de Ganadería Tabaré Bassi, explicó que este es el quinto año de puesta en marcha de este programa que acompaña la implantación de pastos y cereales “para poder alimentar al ganado de la provincia, terminar el ciclo productivo y abastecer a los consumidores locales y a las eventuales posibilidades de exportación”.
“Cuando se reconoció la zona como libre aftosa sin vacunación con el cierre de la barrera sanitaria, Río Negro se vio obligada a incrementar la producción de forraje con destino a la producción ganadera. Hoy pasamos de sembrar unas 2.500 hectáreas por años a 10.000, que es lo que se está sembrando anualmente en esta época”, agregó el funcionario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La alta demanda de inscripción que alcanzó en el 2019 los créditos, otorgados con los fondos del Gobierno Provincial y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), muestran la necesidad de renovación y adquisición de nueva tecnología por parte del sector productivo.
“En función de las condiciones financieras por las cual atraviesa nuestra economía, este tipo de financiamiento es muy favorable ya que entrega el equipo bajo un sistema leasing, es decir que la maquinaria comprada es la que queda como garantía para la devolución del crédito y, son los mismos productores en función de su proyecto, quienes en 5 o 7 años devuelven el importe con un interés fijo de 12,5 anual”, finalizó Bassi.
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