Triste por los incendios, por la deforestación inescrupulosa, pasamos con mi pareja frente al hipódromo e ingresamos para curiosear. Además de olor a alcohol en el aire, latas de cervezas matizaban el suelo.
Pero eso no fue la peor mugre, lo más espantoso fue ver morir a un caballo exigido, probablemente pichicateado y a su jinete inconsciente en medio de esa "fiesta" que continuo como si nada hubiera pasado.
¿Que nos está pasando? Que en paz descanses caballito.
María Alejandra Zuoza
-------------------------ESCRIBANOS, OPINE, ENVÍE INFORMACIÓN-----------------
Forms generator powered by 123ContactForm.com | Report abuse
ESCRIBANOS
Social Plugin