El Hoyo: un gin con aromas de palo piche, arándanos y uvas patagónicas que es furor en el país


El viento frío del invierno no se marcha y la nieve juega su danza por los cerros cercanos. Al fondo de la chacra, los dos hombres -indiferentes al clima-, siguen enfocados exclusivamente en los resultados de las últimas pruebas de laboratorio para dar excelencia a su proyecto de “Identidad regional y agregado de valor para la cerveza y whisky artesanal andino patagónicos, mediante el empleo de levaduras autóctonas”. 

Por Fernando Bonansea.

De igual modo, hace pocos días obtuvieron una mención especial por su gin de autor “Chaura”, figurando en el podio del Campeonato Argentino del Gin. Lo elaboran “con uvas merlot del viñedo local Patagonian Wines, más los arándanos de la chacra que le aportan un color particular, el palo piche utilizado en la medicina ancestral y el enebro patagónico, que tiene su propio terroir. Se agrega la manzanilla, cardamomo, anís estrellado y cítricos de temporada”, explicó Fernando “Taguató” Aguiar, un sommelier porteño con aspecto de vikingo, radicado hace un par de años en El Hoyo, quien además es un destacado jurado del mundo de la cerveza artesanal, convocado tanto a eventos nacionales como internacionales.

A su lado, “chino” Huisman valoró “el fenómeno” de los gin patagónicos en la coctelería actual, en función de que “tenemos acceso al enebro de nuestros valles andinos, con sus características particulares, de recolección silvestre y sin pesticidas, que podemos seleccionar para que nuestra bebida sea única. Ahora nos agregaron a un mapa del país, donde figuramos siete productores del Chubut, más unos 40 de Río Negro, sumados a un número altísimo del resto de las provincias”, anticipó. 

No obstante, atribuyó “a la pandemia, que mucha gente se puso a investigar y hacer pruebas con tiempo libre y sin grandes recursos”. En su caso, también fabrican el típico gin London Dry “sedoso al paladar y quien lo tiene preparado hasta lo puede tomar solo”. Ambos productos ya están a la venta en un conocido supermercado de El Hoyo; y en Tecnópolis, en la ciudad de Buenos Aires.


Grap ale

En paralelo, están embotellando su último descubrimiento: un merlot grape ale que “va a descansar 40 días mientras gasifica y después pasa al encorchado con el método champenoise. En unos seis meses estará listo”, adelantaron. En detalle, graficaron que  “es una fruit beer que combina uvas gewürztraminer (mostos, pulpas y hollejos) de la bodega Patagonian Wines y una suave cerveza Blonde, de Chaura, que le hace de soporte. Se fermentan juntos y con microorganismos propios de la región, donde el resultado es una cerveza clara y chispeante, con aroma frutal a grosellas y uvas blancas. En boca se percibe casi como un vino liviano, algo achampañada, con bajo sabor a lúpulo y dónde se destacan los sabores de la uva y una suave acidez que pide otro trago”. 

Cabe recordar que “Chaura” es un emprendimiento surgido años atrás dedicado a fabricar cerveza artesanal de montaña en sus distintas variedades. Está localizado en el establecimiento “El Monje” de la familia Huisman, tradicionales productores de dulces y frutas finas. Con el tiempo, Francisco “Chino” Huisman se hizo cargo de la cervecería y sumó a Fernando Aguiar como socio. También forman parte de la Asociación de Cerveceras y Cerveceros de la Comarca Andina.

Asimismo, durante la etapa de experimentación, “hicimos una cerveza ‘barley wine’ (vino de cebada), muy rica y con mucha graduación alcohólica, que se parece a un jerez. Estamos todo el tiempo pensando cosas, ya no tanto en el negocio, pero sí en lo que nos gusta”, reconoció el joven emprendedor.

A la espera

Con todo, “el secreto mejor guardado” de estos “auténticos buceadores de los alcoholes cordilleranos”, apunta “a un whisky que lleva un proceso bastante largo, ya que implica mucho tiempo y trabajo y hay que esperarlo. Es una partida que reservamos para nosotros y los amigos, no está a la venta. Pasó seis meses en barrica de roble y hace más de un año y medio que está en un barril de acero inoxidable. Hemos sacado algunas botellas, que vamos degustando y está muy rico, pero la idea es que madure hasta 6, 12 o 18 años para ver los resultados”, remarcó “Taguató” Aguiar.

Por su parte, “Chino” Huisman confirmó que además “estamos probando con fabricar una agua tónica a partir de una receta propia y que va justo con nuestro gin. Por supuesto, utilizamos el agua pura que baja de nuestras montañas. El proyecto surgió a partir del faltante de esta gaseosa en el verano, la hemos dado a probar y a todo el mundo le gusta”.

Apoyo

Por estos días, para las nuevas propuestas e innovaciones, cuentan también con el acompañamiento y asesoramiento del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales, dependiente del CONICET, con el objetivo de “brindar asistencia técnica para la implementación de herramientas de análisis microbiológicos en el laboratorio de calidad de la empresa”, entre otras demandas, donde los investigadores del IPATEC buscan mejorar la calidad de las cervezas artesanales.












Publicar un comentario

0 Comentarios