Comarca Andina: descendientes libaneses y pastores pidieron por la paz en Medio Oriente


 
Fue durante la conmemoración del 80° aniversario de la República del Líbano, celebrada esta mañana en El Bolsón, con la presencia del intendente Bruno Pogliano y referentes de distintas colectividades de la región.
 
En la oportunidad, el seik Rauf Felpete, líder de la mezquita más austral de la tierra, aseguró que “la paz es posible porque todas las religiones del libro sagrado, judíos, cristianos y musulmanes, estamos esperando la venida de Cristo nuevamente y el reino de la paz, pero para eso hay que dejar de lado los egos y la importancia personal para cambiarlos por nosotros pensamos, nosotros podemos y nosotros queremos”.

De igual modo, valoró que “es muy lindo lo que ocurre en este pueblo,  donde podemos hacer una demostración de que la paz es posible. Aún cuando no todos nos amamos (hay mucha gente que no le gusta mi cara y a mí no me gustan otras caras), nadie se mata en las calles”.

Se sumó el pastor Rodrigo Busconi, de la iglesia evangélica El Faro, quien aseveró que “la paz no se trata de nosotros, se trata de Dios porque él es paz. El problema está cuando nos enfocamos tanto en nosotros, que terminamos siendo egoístas, avaros y pensando solo en nosotros, en nuestros placeres y en nuestro bienestar y no pensamos en el prójimo”. Palabras similares pronunció un sacerdote del culto católico.

A su turno, Nancy Rahal, de la Colectividad Libanesa Paralelo 42°, reflejó que “este año es muy triste por todo lo que ocurre en Medio Oriente, pero siempre debe estar presente la esperanza, la unión y el deseo constante por la convivencia de las naciones libres y en paz”.

Pidió que “no se derrame más sangre y que las familias encuentren protección y consuelo. Rogamos que termine la violencia contra el pueblo vecino de Palestina, la masacre en la Franja de Gaza y también los ataques del grupo Hamás, que desencadenan una escalada de violencia descontrolada”. 
Remarcó enseguida que “los pueblos son los que sufren las disputas del poder, ambición de tierras e intereses internacionales que abonan una guerra en la que algunos ganan, pero muchísimos pierden.

 Esta disputa es eterna de la región, motivo de la presencia de muchos de nuestros antecesores en Argentina, quienes huyendo de la guerra dejaron su suelo natal. Este acto es un ruego por la paz, la convivencia, la tolerancia, el respeto y la inclusión”.

Cabe señalar que los inmigrantes sirio libaneses fueron parte fundamental de la colonización de buena parte de las ciudades patagónicas. La mayoría de ellos llegó como comerciantes ambulantes y pronto su ganancia quedó invertida en prósperos negocios, producción de la tierra y ganadería.

Al respecto, Nancy Rahal destacó que “cada 22 de noviembre es la oportunidad de encontramos en esta plazoleta para recordar vivencias y anécdotas de nuestros antepasados, quienes siendo tan jóvenes eligieron este maravilloso país y esta comarca para vivir, que los cobijó con tanto amor y en el cual formaron su familia”.

“Nuestra colectividad –agregó-, ha perdurado en el tiempo por la preocupación permanente de nuestros abuelos y padres por inculcar la cultura y las costumbres de su país de origen a través del canto y del baile, las comidas típicas y también gracias a escritores como nuestro querido Elías Chucay, quien plasmaba el sentimiento y las vivencias de amor permanente por el país de sus raíces, como respirar el dulce aroma de los cedros milenarios y los lugares que guardan sonidos familiares, como Beirut, Llanés, Jarashel y otros, junto al calor del hogar que acobija y llena el alma”.



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