En el día del escritor visitamos a Tato Affif en su cabaña





Es abogado de profesión, se mudó a El Bolsón hace 30 años y allí construyó su historia junto a una cabaña metida en el bosque en la ladera del cerro Piltriquitron. Confeso fan del Señor de Los Anillos.  En el día del escritor argentino te contamos la historia de Tato Affif.

En homenaje al nacimiento de Leopoldo Lugones (1874-1938), poeta, cuentista, ensayista y novelista argentino, cada 13 de junio se conmemora el día del escritor argentino, y noticias del Bolsón viajó hasta un mundo mágica mágico que está entre la tierra media del Señor de los Anillos y las laderas del Piltriquitrón allí entramos en la cabaña del escritor Tato Affif quien nos recibió con la sonrisa de siempre y nos contó cómo se siente hoy en su día, “ para mí es muy emocionante el día del escritor, porque como hablábamos recién uno rememora un montón de cosas, cómo es que arrancó, las vicisitudes que tiene la profesión, momentos muy arriba y otros momentos que por ahí no son tan buenos, porque es lo que nos pasa a todos nosotros. La verdad es que yo vivo el día del escritor con mucha alegría, con mucho agradecimiento sobre todo porque la verdad es que nosotros no podríamos hacer el recorrido que hacemos sin los lectores”, reflexiona.


De abogados a elfos

Seguidamente le consultamos cómo fue esa mutación de abogado a escritor de literatura medieval cuentos maravillosos entre dragones hadas y elfos, “hace aproximadamente 30 años que vivo acá en la comarca, en El Bolsón y cuando tomé la decisión de dejar la ciudad, yo vivía en Buenos Aires, lo que en realidad estaba buscando más que un lugar geográfico era un cambio de vida, una mejora en la calidad de vida, vivir un poco más tranquilo,< me pongo a pensar un poquito en ese momento yo sentía que la ciudad era una locura, no quiero imaginarme lo que sería la vivir en la ciudad hoy>”, se pregunta Tato.

Sobre el pedacito de mundo que ubico entre la tierra media del señor de los anillos y el Piltriquitrón, Affif nos cuenta, “ahora vivo en esta tranquilidad, bueno vos atravesaste un pedacito de mi bosque para poder llegar acá, a la cabaña, es una manera de chequear de que es cierto que vivo en el bosque, que vivo en la cabaña. No te digo aislado pero en un lugar bastante reservado y uno empieza a escribir y de repente bueno salió un primer libro y este llamó a otro a otro y bueno y ahora estamos con un montón de proyectos editoriales con una bibliografía que se distribuye en casi todo el país e incluso en el exterior y esto no? agradecimiento, mirar para arriba y decir gracias al universo”.



No hay más queridos

A continuación y como queriendo ponerlo incómodo le preguntamos cuál era su libro más querido a lo que tranquilo y pausado, como es su estilo el escritor respondió: “es difícil esta pregunta, es cómo decirle a un papá a una mamá que hijo te salió mejor y yo los quiero a todos mis libros, si bien hay algunas historias que les tengo un afecto particular porque por ahí son las que de alguna manera prendieron mucho más en la gente o  incluso se han hecho hasta cortos de esas historias yo quiero todos mis libros desde el primero Solsticio que lo escribí allá por el 2008, que ya tiene no sé cómo cuarta edición aproximadamente hasta el último que es un libro que también quiero un montón que se llama La Lechuza con Anteojos que es un libro de cuentos infantiles muy lindo”. 


Sobre este último trabajo detalló que cuenta la historia de una lechuza que se queda corta de vista y tiene que hacer algo para no chocarse con los árboles, ambientado acá en la comarca, “Yo quiero todas mis historias, incluso aquellas que todavía están en la gatera, esperando el momento de ser editadas”.

Sin recomendaciones

Finalmente le consultamos al prolífico escritor qué recomendación o sugerencia le daría a quien recién empieza a escribir y se sienta frente a una computadora o si es de la vieja escuela frente a una máquina y tiene frente así un lienzo en blanco, “No sé si recomendarle, por ahí compartir un pensamiento, mejor porque en estas cuestiones de creatividad por ahí es difícil decirle a alguien qué es lo que tiene que crear o qué tiene que hacer. Entonces yo soy muy respetuoso de esas cosas, por ahí sí compartir un pensamiento y es que no tenga límites, que lo único que le pone el límite a la imaginación es uno mismo, como en esa vieja y tan linda película de La Historia Sin Fin que hablaba de la imaginación y que nadie podía ponerle un límite, bueno que no se ponga límites, que escriba lo que más le gusta, que se sienta satisfecho con lo que hace y que le ponga toda la pasión”. 



Ser escritor en la época de la Inteligencia artificial


Por último Tato, ese escritor que se sienta cada mañana con un equipo de mate, al lado de una ventana mirando el bosque que lo circunda, da rienda suelta su creatividad y de allí nacen seres mitológicos y personajes que colman las mentes de los niños y los más grandes también, se refirió a lo que es escribir en tiempos de la Inteligencia artificial, “en estos tiempos de Inteligencia artificial, tan tan particular y con tantas aristas como para charlar, yo estoy seguro que no se le puede poner pasión desde ese lugar.

Por eso es algo que nosotros como humanos, como especie, como personas e individuos tenemos algunas características que nunca van a poder ser copiadas por esos elementos artificiales”, remarcó e insistió en su mensaje a los nuevos escritores: “que le ponga pasión y que seguro va a salir”.

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