Oficial Principal Gabriela Campillay
Gabriela Campillay, con 23 años de servicio, habló con entusiasmo sobre su elección de ser policía. “Elegí ser Policía hace 23 años y hoy por hoy desarrollo esta labor con alegría,” expresó. Para Campillay, su trabajo es más que una profesión; es una vocación que le llena el corazón de alegría, especialmente al realizar las tareas sociales que le permiten ayudar a la comunidad.
Rocío González, con 17 años en la institución, compartió que desde pequeña soñaba con formar parte de la policía. “Desde muy pequeña anhelaba ser parte de la institución policial, y hoy cumplo ese sueño que tanto busqué,” contó. Para González, ser policía es la realización de un sueño de infancia, algo que le ha permitido crecer y servir a su comunidad.
Oficial Subinspector Rocío González
Por su parte, la Cabo Belén Mol relató cómo una experiencia en su infancia la motivó a unirse a la fuerza. “Hace 10 años que formo parte de la institución. Elegí ser Policía porque vi cómo se desenvolvió una empleada policial en mi infancia, y eso me marcó de por vida,” compartió con emoción. Mol destacó que su decisión fue inspirada por la dedicación y el profesionalismo que observó en una oficial durante su niñez, lo que la impulsó a seguir ese camino.
Cabo Belén Mol
Las tres oficiales coincidieron en destacar la importancia del apoyo familiar en su carrera. A pesar de los desafíos y sacrificios que implica ser mujer policía, Campillay, González y Mol subrayaron que no cambiarían ninguna de las decisiones que han tomado a lo largo de sus trayectorias. El acompañamiento de sus seres queridos ha sido fundamental para enfrentar los retos y continuar con su labor diaria.
En este Día Nacional de la Mujer Policía, estas tres mujeres nos demuestran el compromiso, la dedicación y la pasión que muchas otras mujeres en la fuerza comparten.
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