Preocupación por la crianza digital: talleres en escuelas de El Bolsón alertan sobre grooming, retos virales y ciberacoso




 

 Carlos Alejandro Carrizo, referente de El Altillo, participó de un encuentro en la Escuela 270 junto a docentes y alumnos. Allí destacó la necesidad de generar conciencia sobre el uso de las pantallas y advirtió que la crianza digital será uno de los grandes desafíos de las próximas generaciones.

El Altillo, espacio de trabajo comunitario en El Bolsón, llevó adelante un taller junto a docentes y estudiantes de la Escuela 270 para reflexionar sobre el uso de las pantallas, el impacto de la tecnología en la vida cotidiana y los riesgos vinculados al mundo digital. La actividad estuvo encabezada por Carlos Alejandro Carrizo, quien subrayó la importancia de educar con y sin pantallas, pero también de prevenir.

Carrizo planteó que la revolución tecnológica abre un escenario complejo, donde padres, docentes y alumnos conviven con una herramienta que se vuelve cada vez más central. “Antes un celular era algo complementario; hoy pasa a ser parte de nuestra corporalidad”, señaló, al tiempo que advirtió sobre la “crianza digital sin conciencia”, cuando los dispositivos se utilizan solo como forma de entretener o silenciar a los chicos.

Entre las principales inquietudes de los estudiantes surgió el problema de los “retos virales”, que generan violencia entre pares. También se habló del grooming, el ciberbullying y el acoso sexual online, aunque en este punto los alumnos demostraron tener herramientas para detectarlo y supieron identificar rápidamente el 102 como canal de denuncia.




“Nosotros también aprendemos de los chicos. No solo vamos a compartir herramientas, sino a escuchar y conocer cómo ellos viven lo digital”, sostuvo Carrizo, quien valoró el trabajo previo de los docentes de la escuela en la formación sobre estas temáticas.




El referente de El Altillo remarcó que la clave está en acompañar con diálogo y no con castigos. “No es quitar el celular por una semana lo que resuelve el problema, sino un diálogo amoroso y permanente sobre qué significa la digitalidad”, explicó.

Si bien el equipo cuenta con recursos limitados, el objetivo es continuar visitando escuelas de la zona y profundizar estas experiencias. “No queremos dar solo un tallercito, sino generar procesos sostenidos”, expresó Carrizo.




Finalmente, invitó a familias y docentes a acercarse a El Altillo, que funciona en Dorrego y Brown de El Bolsón, o a contactarse a través de las redes sociales. Allí, el equipo también brinda atención y acompañamiento en problemáticas de salud mental y consumos problemáticos.











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