Piden que limpien arroyos y canales antes de las lluvias


“Me dijeron que el martes mandaban una cuadrilla de 30 empleados municipales a sacar los sauces…, pero no aclararon ni el mes, ni el año, y todavía los estoy esperando”, reflejó ayer Adriana Hermosa, referente del barrio Tres Arroyos.

Después de las promesas todo sigue igual para los vecinos de la población emplazada a la vera del arroyo Negro y sobre la delgada línea del paralelo 42°, con la diferencia que ayer debieron mirarse por enésima vez en el espejo del municipio de Lago Puelo, donde operarios limpiaban su parte y hasta colocaban luminarias en la calle de acceso.
La otra preocupación es que llega la temporada invernal y en el recuerdo de muchos quedaron las inundaciones provocadas por los cursos de agua que desembocan en la cuenca de los ríos Quemquemtreu y Azul.
“Preguntamos en el DPA y nos aseguraron que la limpieza tiene que ser por cuenta de la municipalidad y que ellos estaban dispuestos a prestar una máquina, pero hasta hoy ni siquiera habían mandado la nota. Estamos a 3 de mayo, ojalá que los funcionarios se pongan las pilas y hagan algo antes de que empiece a llover. Los vecinos también estamos dispuestos a agarrar un machete y ayudarlos, pero tienen que venir a encarar los trabajos”, graficó uno de los residentes del barrio Tres Arroyos.
“Las cosas siguen igual y nadie se hace cargo”, aseguró la dirigente Adriana Hermosa, cuyo terreno ya estaba inundado a consecuencia del agua que deriva una chacra de lúpulo. De paso, recordó la promesa de los secretarios de “Caleuche” García “de mandar a un reclamista porque salen chispas del poste de la luz que está frente a mi casa”.
Otra cuestión gestionada ante el municipio es “la regularización de la tierra”. Al respecto, la mujer recordó que “nos dijeron que se iba a regularizar la toma y ver la posibilidad de trabajar en el barrio, pero no pasó de ese comentario. Más allá de asegurarnos que nos vamos a quedar acá, hay versiones que quieren echar a los que no tienen chicos. Somos muchos los que nos quedamos y pusimos el pecho y el hombro para mejorar la calidad de vida, acá son muy pocos los vivos que vendieron. Los que están es toda gente que necesita donde vivir”.
Encima “ahora nos enteramos que le dan el titulo a otros que están desde hace mucho menos que nosotros. Acá vinieron supuestamente a medir, pero no pasó nada; como siempre somos los últimos”, dijo la vecina.