Preparan operativo zonal para controlar el mercado laboral


Así lo adelantó Enrique Molina, quien fue designado en marzo al frente de la Delegación Regional de Trabajo, y que tiene la función de fiscalizar todas las actividades.


Con tres meses al frente de la delegación regional de Trabajo, Enrique Molina, estimó que “la falta de cumplimiento en el trabajo registrado es la máxima dolencia” que representa el mercado laboral actual de El Bolsón. No obstante, aclaró que es una situación “que se repite en el resto del país”.

En el comienzo de su gestión valoró que “la lucha para remediar las falencias es mediante inspecciones, reclamos e intervención en conflictos colectivos o individuales. A la vez, fiscalizamos el registro de las relaciones laborales en todas las actividades”.

En la realidad de su función, reconoció que “la gente es un poco renuente a reclamar, eso se nota más en las ciudades chicas ante el temor de que no le den otro trabajo y pensando en que todos los empleadores van a adherir a la negativa por tratarse de una persona conflictiva. Cosa que no es así, porque los buenos empleadores dan trabajo a las personas idóneas y no solamente a los que no reclaman”, estimó.

Reiteró en consecuencia que “los trabajadores pueden reclamar tranquilamente por sus derechos, es algo constitucional, legal, concedente y así corresponde cuando no están debidamente encuadrados en la legislación vigente”.

Sobre los cambios definidos en la nueva gestión provincial, Molina dijo que “el énfasis está puesto en la difusión de la legislación laboral y en el combate contra el trabajo infantil”. No obstante, aclaró enseguida que “no hay excesivos casos en Río Negro y acá todavía no he visto ninguno”.

Agregó la intención que “se declare la jornada laboral completa y no esa zona gris, donde se dice que trabajan 8 horas y se declaran 4. Eso afecta terriblemente el sistema jubilatorio y de salud, las obras sociales y, lógicamente, la previsión social, porque el trabajador va a recibir aportes por esas 4 horas”.

Según graficó, “es una evasión por parte de algunos empresarios, que  no son todos por suerte. Si al menos el 90% de los trabajadores estuviera declarado en blanco, con la verdadera jornada laboral, los jubilados argentinos tendrían haberes mucho más altos”.

En respuesta a la evidencia de trabajadores “golondrinas” que “vienen a hacer la cosecha –como pasa en el Alto Valle o en Bariloche con el turismo-, después pasa a ser gente que se termina instalando y ocurre un desfasaje e influye entre la oferta y la demanda de mano de obra”.

En igual sentido, Molina aseguró que el organismo a su cargo “es de contralor, de hecho somos la policía del trabajo; fiscalizamos y nos encargamos de corregir cuando ocurren las faltas, cuando se pagan sueldos inferiores, por ejemplo”.

Las denuncias, en algunos casos, parten “de los mismos delegados gremiales, más allá de que en El Bolsón no tenemos muchos sindicatos constituidos, salvo Comercio y UTHGRA (además de los estatales). La UOCRA tiene solo algunos delegados de base en algunas obras”, detalló.

Los sindicatos “son algunas de las fuentes que nos nutren de información, a los que sumamos nuestros actos de inspección. Permanentemente estamos requiriendo funcionarios a nuestra central, porque acá no disponemos de inspectores efectivos”.

Subrayó al respecto que “la política del organismo es tener inspectores volantes por la provincia, aunque ahora estoy preparando un proyecto para hacer un operativo importante por la zona”, según anticipó.

De igual manera, Molina confirmó otras gestiones para mejorar la infraestructura y los recursos humanos afectados a las prestaciones de la delegación local.