Con una mezcla de alegría y sorpresa, por ser la primera vez que ingresaban a sus propias casas, los ex habitantes de la barda del Ñireco comenzaban a tomar contacto con quienes serán sus nuevos vecinos.
Otros dedicaron las primeras horas a tramitar la conexión de los servicios, comenzando por el más rápido que es el agua y la luz, dado que las gestiones por el gas en la empresa Camuzzi demandarán más tiempo. Los menos empezaron con el traslado de muebles y demás enseres.
Algunos, al ser consultados, recordaron cuando vivían en la barda y los peligros que eso significaba, no solo con los desmoronamientos por las lluvias en invierno, sino también por los incendios en el verano.
En el acto de entrega de las llaves de las viviendas, quien fuera la vocera de los vecinos, Cindy Carrasco, elogió la tarea del gobernador Weretilneck y del gobierno nacional para “llegar a este grato momento”. Hoy también destacaron la figura del titular del Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda (IPPV). Luis Berdeggia, quien “a poco de asumir concurrió a Bariloche para aportar soluciones a nuestros reclamos”
Cabe recordar que las unidades habitacionales de 60 metros cubiertos poseen dos dormitorios, baño azulejado y cocina con mesada de granito, lavadero, living-comedor, cerramientos metálicos de primera calidad, pisos cerámicos, cañerías de termofusión, estructura metálica en techos y revestimiento exterior de acrílico. Mampostería y cielo raso desmontable.
De las 270 viviendas, 20 le corresponden al IPPV, 25 al gremio docente UNTER, y siete a fuerzas armadas y de seguridad. El resto fueron asignadas a habitantes del oeste de la barda del arroyo Ñireco, incluyendo los barrios San Cayetanito, Lera y 21 de Septiembre, entre otros.
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