En cambio, para
Marcelo Contardi (secretario municipal de Economía), resulta una “falta de
seriedad opinar sin haber leído en profundidad el proyecto”. En coincidencia,
al usar la banca del pueblo, el ex concejal Miguel Gotta volvió el viernes al
recinto legislativo, en su condición de comerciante, para expresar su
disconformidad con el planteo del Poder Ejecutivo y, en cambio, reclamó
“políticas activas para atraer más turismo y recursos”.
En definitiva,
por unanimidad los siete concejales presentes votaron que la propuesta pase a
comisión, donde habría un nuevo análisis a la intención de cobrar tasas anuales “por la publicidad o
propaganda, cualquiera fuera su característica, realizada en la vía pública, en
espacio aéreo o en el interior de cinematógrafos, campos de deportes, comercios
y/o vehículos de transporte urbano de pasajeros”.
Se entiende
“como elemento publicitario todo cartel o aviso que contenga logos, símbolos
y/o colores identificatorios o cualquier tipo de caracteres que sean públicamente
identificados con una marca, producto o servicio”.
Al pedir la
palabra en medio de la sesión del viernes, la secretaria de la Cámara de
Comercio, Marina Mayol, interpretó como “poco clara” la argumentación del
bloque mayoritario y demandó en contrapartida que se cobre “a las empresas que
no son de El Bolsón, pero que hacen propaganda y no tributan”. Agregó que “ya
estamos pagando publicidad exterior” y que “no estamos de acuerdo de que este
nuevo impuesto lo pague el comercio local”.
A su turno,
Marcelo Contardi aclaró que el proyecto en debate “está orientado
exclusivamente a los titulares de las marcas y/o productos y servicios
publicitados, no estamos hablando del comercio local, al que en definitiva se
le bajará la carga impositiva en relación a la tarifaria original”.
Dijo que no
quiere “una ciudad llena de carteles de Coca Cola, Quilmes o cualquier otra
marca y que no paguen nada, está en contra de nuestro perfil de vida y
turístico”; y que se trata “de una tasa que no afecta, ni genera perjuicio
alguno al comerciante local y, en cambio, redundará en una mayor capacidad de
respuesta del municipio”.
Acerca de “la
supuesta imposibilidad de que alguna empresa local se presente a la licitación”
para acceder al cobro de las nuevas tasas, el secretario comunal los estimó
como “una presuposición, ya que ni siquiera tenemos el pliego armado. Quien
tenga la aptitud y la disponibilidad se pueda presentar, aun cuando la gestión
será ante empresas nacionales e internacionales. Se adjudicará a la oferta más
conveniente para el municipio”, según adelantó.
Reconoció
enseguida que “está absolutamente claro que tenemos deficiencia en nuestra
tarifaria y necesitamos rectificarla para darle justicia. Lo vamos a tener que
discutir con las cámaras empresariales y con los concejales, con elementos de
peso y en lo inmediato”, precisó Contardi.
Puso como
ejemplo que la actual ordenanza fiscal “es injusta. Tenemos situaciones donde
una hectárea en pleno centro, sobre asfalto y con todos los servicios, paga
menos que una casa pequeña ubicada en cualquier barrio”.
En igual
sentido, trascendió que la propuesta del Poder Ejecutivo ingresaría la semana
venidera, donde se estima un incremento de las tasas municipales del orden del
120%.
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