Garantizan desde hoy la normalidad en la recolección de residuos



La mediación obligatoria impuesta el viernes por la noche posibilitó a los funcionarios retomar el control del corralón del barrio Obrero y –según anticiparon-, “los servicios volverán a funcionar a partir de este lunes”.
 
La tensa situación entre afiliados a ATE y el Poder Ejecutivo Municipal se extendió desde el miércoles pasado, cuando piquetes gremiales impidieron que salgan las máquinas viales y los camiones afectados a la recolección domiciliaria de la basura.
El viernes fue la jornada “más difícil”, ya que durante toda la mañana hubo cabildeos en el lugar para tratar de destrabar el conflicto, hasta que los referentes sindicales arrancaron de las autoridades la promesa de acercar una propuesta de aumento en el marco de una reunión pactada en el Concejo Deliberante.
La desazón de los manifestantes fue total cuando se enteraron que los funcionarios “se limitaron a invitarnos a dialogar. Nos convocaron a discutir la recategorización de los empleados, que dicen mejoraría la masa salarial a largo plazo, pero necesitamos un aumento salarial ya”, explicó en la puerta del cuerpo deliberativo el delegado regional Juan Carlos Curaqueo,
Esperaban “una propuesta sobre aumento salarial en el corto plazo, conforme lo que veníamos discutiendo en las asambleas, pero lamentablemente nos encontramos con que no hay ninguna intención de acercar una cifra en concreto”.
Fue entonces cuando decidieron “mantener ocupado el corralón durante todo el fin de semana” y ratificar “el paro por tiempo indeterminado a partir del lunes”.
Voceros de ambos sectores estaban expresando sus criterios en el programa “Con Voz y Voto”, conducido por Walter Cortés en Canal 36, cuando pasadas las 22.30 les llegó la información de la conciliación obligatoria. Dicha alternativa los llevó a reunirse cerca de la medianoche en la esquina de Pueyrredón y Mariano Moreno para la restitución de las instalaciones ocupadas.
 
“Están empecinados”
 
Previamente, a poco de romperse la instancia de negociación en el cuerpo deliberativo, el intendente Ricardo García dijo que  “no obtuvimos ningún resultado porque evidentemente esta gente no tiene ninguna intención de dialogar y están empecinados en seguir con la protesta”.
Recordó que “el principio de solución del conflicto era incorporarse a la paritaria que estamos desarrollando con UPCN, pero no acceden a nada, están en una posición inflexible y están midiendo fuerzas. Además, a cambio de que ellos levanten el paro, nosotros íbamos a dejar sin efecto la denuncia judicial” por la usurpación del corralón.
A la hora de analizar los reclamos, García resaltó que “ATE nos pide un 40 por ciento y nosotros contestamos que ese porcentaje es imposible, aunque está la posibilidad de que establezcamos un cronograma escalonado hasta el año que viene, de acuerdo a la realidad que pueda afrontar la recaudación del municipio”.
Sobre la recolección de la basura, el jefe comunal ya pensaba el viernes en gestiones “para conseguir un par de camiones y cumplir el lunes con el servicio, como corresponde”.
En detalle, pensaba pedir “la colaboración a algunos municipios cercanos, a algún vecino que nos quiera dar una mano o nos cobre un alquiler razonable”.
 
14 o 16
 
Según el intendente, “no son más que 14 o 16 los compañeros que están con la medida de fuerza. Además de un reclamo salarial que reconocemos, tiene una connotación netamente política, ya que los dirigentes son hijos de ex funcionarios. Son todas personas que de alguna manera estuvieron vinculadas a la gestión anterior y tienen resentimientos, más políticos que laborales, eso es evidente”.
 Con todo, quedó ratificada la nueva convocatoria a paritarias, que será para el viernes 14 de septiembre, con la mediación del Ministerio de Trabajo rionegrino.
Para “Caleuche” García, los porcentajes de aumento “tienen que salir de la paritaria, tenemos tiempo suficiente para avanzar en una oferta que el municipio pueda cumplir, pero si ellos no se avienen, no hay nada que discutir”.
A su criterio, “todo tiene un límite, no puede ser que el capricho de unos pocos ponga en vilo a toda una comunidad”.