La obra más brillante de Néstor Kirchner es inmaterial

Durante la presidencia de Néstor Kirchner la economía creció un 9% por año, entre 2003 y 2007 y, en consecuencia, el estándar de vida mejoró enormemente. El consumo privado aumentó un 52% entre 2002 y 2007, y las tasas de desempleo y pobreza se redujeron a la mitad: el desempleo cayó desde el 20% en 2002 hasta el 9% en 2007, y la tasa de pobreza disminuyó de casi un 50% a un 27%.
(Por Pedro Pesatti)



En otro orden, se produjo el mayor recorte de deuda de la historia. Luego, durante la gestión de Cristina, se realizaría un segundo recorte a partir de la renegociación del 93% del total de la deuda defaulteada con una quita jamás imaginado. A esto debe agregarse el pago de 9.000 millones de dólares al FMI que implicó deuda cero con dicho organismo y el fin de las ruinosas recetas que por décadas signaron el desenvolvimiento económico de la Argentina.



Una de las primeras medidas del compañero Kirchner, coherente con el legado del peronismo clásico, fue el fomento de la negociación colectiva de los sindicatos y la derogación de la ley de flexibilidad laboral del gobierno de Fernando De La Rúa, sospechada de corrupción, conocida como la “ley Banelco”.



Paralelamente se produjo la reforma a la seguridad social más beneficiosa desde la vuelta a la democracia, ampliando el acceso a los desempleados y a los trabajadores del sector informal, lo que permitió incorporar al sistema más de un millón de nuevos afiliados. A esto debe agregarse una de las medidas más importantes aplicadas al sistema de seguridad social: la estatización de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones.



En materia de obras públicas, la inversión neta se incrementó más de cinco veces y se dio prioridad a la construcción de infraestructura clave para el desarrollo productivo.



Por otra parte, se sancionó la ley de financiamiento educativo, que estableció que el 6% del PBI debe invertirse, como mínimo, para el funcionamiento de la educación pública y la investigación científica. A la par, se llevó a cabo un exitoso programa de repatriación de científicos argentinos que tiene continuidad en nuestros días.



Se produjo la anulación de las leyes que limitaban el procesamiento por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura de 1976 a 1983. Kirchner también instó a la justicia a la a anular el indulto de Menem, realizado en 1990, a los máximos generales responsables del genocidio. En julio de 2007 la Corte Suprema, calificada con notables juristas luego de la reforma que el presidente Kirchner llevó adelante en el máximo tribunal, declaró inconstitucional uno de los indultos.



En materia social, la ley de movilidad jubilatoria le aseguró a los jubilados que en los meses de marzo y septiembre siempre habrá un incremento que dependerá de la recaudación de la ANSES. A ellos se le debe sumar la asignación universal por hijo, la expropiación de Aerolíneas Argentinas, la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el programa Conectar Igualdad, la ley de matrimonio igualitario, la nacionalización de YPF, el proceso de integración latinoamericana, y una larga lista de realizaciones y programas que ha continuado o inició la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para profundizar el modelo de crecimiento con inclusión que puso en marcha Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003.



Pero lo más importante de su obra es inmaterial e intangible. En efecto: el presidente Kirchner nos devolvió a los argentinos una actitud frente a los problemas del país que hoy nos permiten pensar sus soluciones en nuestra propia clave, es decir, sin esperar que desde afuera nos indiquen lo que debemos hacer y cómo debemos actuar. Esa actitud, liberadora de ataduras mentales y culturales, es la garantía del proceso que él puso en marcha, porque a partir de esa nueva mirada, que nos permite descubrirnos en el vasto espacio de la patria latinoamericana, los argentinos nos hemos reencontrado con el proyecto nacional y popular que en su origen nos remite a San Martín y a Belgrano, a Rosas e Yrigoyen, a Evita y a Perón.