Epuyén festejó 107 años de vida en comunidad

La típica localidad de la Comarca Andina cumple hoy 107 años de vida institucional, al recordar el nacimiento de la vieja escuela 30, creada por el gobierno nacional el 1° de septiembre de 1908 por demanda de los colonos.

El acto fue encabezado este martes por el ministro coordinador de Gabinete, Juan Garitano; y el intendente local, Antonio Reato. Se habilitó la Sala de Interpretación del Parque Municipal Puerto Bonito y, además, pavimento en la Avenida Los Halcones, con una inversión de 4 millones de pesos. 


Reato resaltó otras obras que se desarrollan en la localidad, como un Jardín de Infantes y una Estación de Servicios, próxima a inaugurarse. "Son obras que, gracias al Gobierno Provincial, marcarán un antes y un después en la vida de nuestros vecinos en Epuyén", afirmó Reato.
Con la inauguración de importantes obras y aportes para la restauración de la Reserva Forestal, el Gobierno Provincial se hizo presente este martes en el 107º aniversario de la localidad cordillerana de Epuyén.


Las actividades oficiales comenzaron cuando el ministro coordinador de Gabinete, Juan Garitano -en representación del gobernador Martín Buzzi-, presidió junto al intendente Antonio Reato la inauguración de la Sala de Interpretación del Parque Municipal Puerto Bonito, que tuvo lugar en el ingreso a dicho predio.
La obra consta de la adaptación de lo que fuera una oficina de informes (ahora trasladada al nuevo edificio de acceso a la localidad) convirtiéndola en un centro de informes que permitirá jerarquizar el Parque Municipal Puerto Bonito.




Para su ejecución se contó con fondos de la Secretaría de Turismo del Chubut, de la Subsecretaría de Bosques, dependiente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos, y de Lotería del Chubut.
Luego, el ministro Garitano junto al intendente Reato y su comitiva se trasladaron a otro sector de la localidad donde se procedió a la inauguración del pavimento en la Avenida Los Halcones. La obra tiene una extensión de 5.120 metros cuadrados y fue ejecutada por administración municipal con fondos de la Subsecretaría de Obras Municipales, dependiente del Ministerio de Infraestructura del Chubut; por un total de 4 millones de pesos, y apoyo técnico de Vialidad Provincial.
A continuación, en horas del mediodía se llevó a cabo el acto central por el 107º Aniversario de Epuyén en el mismo Boulevard Los Halcones. Durante el acto, el ministro Garitano transmitió el saludo del gobernador Martín Buzzi, recordando que el mandatario fue convocado a celebrar junto al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, el Día de la Industria, en Buenos Aires.
Asimismo, el ministro tuvo palabras de reconocimiento para la gestión del intendente Reato bajo la cual, dijo, "Epuyén ha tenido uno de los mayores desarrollos en sus 107 años de vida".
"Resulta sencillo gobernar una provincia cuando se cuenta con administradores y conductores municipales tan buenos como Tony", aseguró Garitano. Agregó que la municipal es "una gestión con planificación, obras e inversiones definitivas para seguir fundando un pueblo que crece hacia el futuro, en armonía con su entorno y la naturaleza".
Por su parte, el intendente Reato manifestó su satisfacción por la convivencia de todos los sectores de la comunidad en la celebración del aniversario. "Aun en estos días de campaña electoral, donde algunos ánimos se agitan, estamos todos juntos, porque todos cumplimos años con nuestra comunidad".
Reato expresó su reconocimiento al Gobierno Provincial de Martín Buzzi "que siempre tuvo sus puertas abiertas para este municipio", dijo, al tiempo que enumeró las obras inauguradas en la jornada, así como las que fueron concretadas en los últimos cuatro años.
"Y permítanme expresarles mi entusiasmo -agregó el intendente- porque también tenemos obras para el futuro, como el Jardín de Infantes para nuestra localidad y la Estación de Servicios que estamos ya a días de su inauguración".
"Son obras que, gracias al Gobierno Provincial, marcarán un antes y un después en la vida de nuestros vecinos en Epuyén", afirmó Reato.
En la ocasión, Garitano hizo entrega de un aporte económico por 275.000 pesos de parte del Gobierno de la Provincia del Chubut a la Municipalidad, en el marco del Programa de Restauración de la Reserva Forestal Lago Epuyén, afectada por los incendios forestales.
Junto al ministro Garitano y el intendente Reato se encontraban el viceministro coordinador de Gabinete, Oscar Currilén; los presidentes de Chubut Deportes, Ricardo Fueyo, y de Vialidad Provincial, Martín Escalante; además de delegados y directores regionales del Gobierno Provincial.
Además se llevó a cabo la entrega de Banderas de Ceremonias a la Iglesia Nuevo Ministerio Pentecostal Sol Naciente, y al Centro de Estudios Cordilleranos.
También tuvo lugar la entrega de presentes a diferentes instituciones que celebran su aniversario el mismo día que Epuyén: el Jardín Maternal Municipal Nº 2.417 'Creciendo Juntos' (5 años); el edificio de la Asociación de Bomberos Voluntarios (10 años), y el Centro de Formación Profesional Nº 656 (7 años).
Posteriormente, Garitano y el intendente Reato procedieron a la entrega de una placa conmemorativa y un TV de 39 pulgadas a la Escuela Nº 89 “José María Serrano”, conmemorando también sus 107 años de existencia.
El acto culminó con un desfile cívico militar del que participaron las instituciones más tradicionales de la comunidad, para seguir luego en el gimnasio con un gran asado, torta, brindis y festival popular.

Rica historia

Más allá de coincidir los historiadores en que “la hipótesis de población humana en el paraje indudablemente está asociada a los pueblos originarios de la Patagonia , como lo atestiguan las pinturas rupestres, con hallazgos de puntas de flecha y enterratorios, no se han encontrado indicios de población estable, pero es probable que, como otros valles cordilleranos, fuera utilizado en las temporadas más cálidas y secas”.
El poblamiento estable, sedentario, “comienza luego del proceso de dispersión de los aborígenes, tras la matanza y destrucción de su forma de vida a manos de los ejércitos nacionales chileno y argentino, a ambos lados de la cordillera”. Está también asociado a la llegada de los colonos no indígenas, en una dinámica que en gran medida “desconocía las actuales fronteras nacionales, cuyos límites eran aún difusos en la época. Todo este conjunto de factores imprimirá características particulares a la configuración social de Epuyén”, por entonces territorio nacional del Chubut, desde 1884.
Llegada
Según los relatos orales que refieren a recuerdos de padres o abuelos, los primeros pobladores estables se habrían afincado allá por 1898, en su inmensa mayoría (sino en su totalidad) provenientes de Chile.
Otro dato significativo es que –a diferencia de El Bolsón, Lago Puelo o El Hoyo-, a Epuyén llegaron varias familias mapuches.
Según testimonios, estos habitantes se dedicarán a prácticas agrícola-ganaderas en pequeña escala, probablemente articulándose como una suerte de periferia de la actividad en gran escala llevada adelante por la Argentine Southern Land Company (“estancia inglesa”), ya por entonces la principal latifundista de la zona, y que por su extensión seguramente marcaba el paso de las actividades económicas. Incluso, muchos de los primeros pobladores de Epuyén, El Maitén, Cholila y Cushamen trabajaban para la estancia. En cuanto podían, iban armándose de majadas y rebaños e intentaban independizarse, aprovechando la amplia disponibilidad de tierras en la zona andina, que ocupaban en acuerdo con los pobladores más próximos.
Pioneros
En distintos documentos y testimonios aparecen citados como primeros pobladores Juan Picún, Juan Melipil, Juan Llanquinao, Amiano Fuentes, Ciriaco Azócar, Eduardo González, Abraham Troncoso y Matildo Santillán.
Todos ellos son los que gestionaron la escuela, junto a Ricardo Ríos, Eduardo Lobos, Avelino González, Francisco Liempe, Juan Zuñiga, Pablo Marilaf, Luis Millane y José Caltrulef. Los trámites tienen el acompañamiento de Juan Bonansea, por entonces funcionario de frontera en Cholila, quien lleva la inquietud ante el gobernador territorial de entonces.
Los relatos indican que son estos mismos pobladores los que pondrán manos a la obra en la construcción del edificio. “Poco a poco fueron llegando más pobladores al lugar. Viendo que entre todos reunían una treintena de niños en edad escolar, solicitaron al Honorable Concejo, la creación de una escuela, para lo cual se comprometían ellos construir por su propia cuenta el edificio”, refleja un informe de aquellos años.
Ubicado en el bajo del arroyo de la Mina, se levantó con la técnica conocida en la zona como “pared francesa”, esto es en adobe con estructura de madera y techo de cañas y paja.
Desde entonces, “la vida institucional se desarrolló en un contexto de misión civilizadora impuesta por el Estado liberal – positivista, destinada a nacionalizar las regiones cordilleranas y homogeneizarlas culturalmente en el crisol de una no muy clara argentinidad que se atribuía valores superiores. Durante varios años, la escuela fue la única institución presente en el lugar”, resalta una recopilación del centenario, coordinada por Pablo Gatti.
En 1914 se creó el Juzgado de Paz, “institución que influye de manera muy distinta a la de escuela. Es también bastante remota aunque imprecisa la presencia de fuerzas de seguridad en el pueblo, tanto de la policía como de la Gendarmería Nacional.
Al parecer, “la actitud del Estado se mantiene igual, pero a partir de la década del ‘30 ya aparecen referencias a guías forestales, por ejemplo, en un proceso que durante los siguientes años se incrementa en cuanto a presencia estatal llegando a su culminación con la construcción del edificio” de la actual escuela 89, en 1949, durante la presidencia de Juan Perón.
La comunidad
¿Cómo era la vida cotidiana en Epuyén de principios del siglo XX? La mayor parte de los pobladores era descendientes de chilenos (90%), de los cuales un 60 % eran indígenas, según los testimonios disponibles.
Los colonos practicaban la agricultura a baja escala. Más que nada se sembraban legumbres, hortalizas y trigo, que era llevado en carro hasta Las Golondrinas para su proceso y posterior consumo de cada familia. La tierra se labraba con tracción a sangre. También se criaban vacas, caballos y ovejas.
A falta de dinero circulante, se practicaba mucho el trueque. Se intercambiaban herramientas, alimentos, animales. La gente era unida y compañera según los testimonios de los vecinos: “…no pasaban dos o tres días sin que algún vecino viniera a ver cómo estabas”. Todos los testimonios coinciden en la nostalgia por un tiempo de solidaridad y unión generalizadas que hoy no se percibe.
Las fiestas patrias se festejaban a lo grande, con asado, baile y bebidas. El 25 de mayo figura como la fecha en la que todos coinciden como “la más importante para la población” y comenzó a festejarse a partir de la instalación de la escuela. A poco se produce el centenario de 1910.
Según consta en el libro escolar la directora expresa que “salvo algunos chilenos que se negaron a concurrir” la presencia de la población es masiva. El comentario llama la atención ya que “casi todos eran chilenos”. También se festejaban el camaruco (ceremonia ancestral mapuche), y la “convidada”, los cuales parece que duraban varios días. La música que se destacaba, por raigambre pura, era la cueca chilena, acompañadas con guitarra y acordeón.
Cabe destacar que los colonos producían sus propias ropas y cuando alguien se enfermaba, recurrían a la medicina natural ya que no había servicios de salud disponibles, a excepción de alguna curandera o comadrona.
En definitiva, se conformó “un grupo humano humilde, con una fuerte cultura de autosustento en condiciones difíciles”. Los pobladores cuentan que provocaba risas, por ejemplo, aquel que comprara verduras, teniendo tanta tierra para producirlas.

Corrientes migratorias
En la década del ’40, Epuyén registró una segunda corriente migratoria importante, los nuevos pobladores eran de origen europeo. Ellos son los que introducen adelantos tecnológicos, comienzan con la producción de plantaciones frutales de carozo, pero esto no llega a formar parte de una base económica.
Casi simultáneamente la industria maderera se instaló en la región, “quitó la mano de obra de las chacras y sobrestimó la dimensión del recurso natural sobre el que se basaba la producción”.
Si bien el crecimiento poblacional de Epuyén es lento, se produce una tercera corriente migratoria a partir de la década del ‘70, conocida como “hippie” y compuesta por jóvenes familias provenientes de las grandes ciudades, Buenos Aires, Córdoba, Rosario, buscando “una forma de vida en contacto permanente con la naturaleza”.
Estos nuevos colonos intentaron una economía alternativa: la fruta fina, cultivo de lavanda, la producción de artesanías, el desarrollo de turismo de aventura, la fabricación de productos naturales (dulces, frutas en almíbar) y de muebles artesanales.
Epuyén cuenta aproximadamente con 2.500 habitantes distribuidos en varios parajes que conforman la geografía lugareña, como La Rinconada , El Pedregoso, El Coihue, Arroyo Minas, El Lago y el casco urbano.
Como principal atractivo se destaca su espejo lacustre, a cuyas márgenes está el Parque Municipal Puerto Bonito, al pie del cerro Pirque y dentro de la Reserva Forestal de Usos Múltiples Lago Epuyén, que abarca unas 30.000 hectáreas.

El lago Epuyén se caracteriza por la calidez y transparencia de sus aguas, con una temperatura promedio de 15 grados, siendo más cálido en temporada de verano, donde turistas y pobladores comparten el disfrute de las aguas y el entorno natural.











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