Comunicado
Desde Mayo de 2016 que conformamos el Consejo Local de Mujeres de El Bolsón las diversas organizaciones e instituciones que venimos trabajando sostenidamente para incidir y reclamar sobre las políticas públicas que den respuestas concretas y con celeridad a las mujeres víctimas de violencia doméstica (como una modalidad específica de la violencia contra las mujeres, tal como es comprendida por la ley 26485, en su art. 6 inc. a) y a fin de prevenir el femicidio como la forma más extrema de violencia que culmina con la vida de la mujer.
Desde entonces, esperamos la inauguración de un centro de atención integral para mujeres en situación de violencia de género, que incluya “la casa Refugio”, la construcción o disposición espacial de las condiciones de funcionamiento de la comisaria de la familia u oficina tutelar, la eliminación de la elección de reinas en la fiesta del lúpulo, la declaración de la emergencia social en violencia de género entre otras medidas y acciones que , según nuestro diagnóstico (elaborado desde el trabajo con organizaciones e instituciones locales) incidirán en las respuestas urgentes que necesitamos las personas que por ser mujeres, corremos riesgo de vida en nuestras propias casas.
Destacamos que a pesar de la lucha de las organizaciones del movimiento de mujeres, que permite la visualización de la violencia de género, los datos locales sobre violencia doméstica ameritan actuar en consecuencia y de manera urgente, ya no desde una mera declaración de principios, sino a partir de acciones concretas. No podemos soslayar que las estadísticas locales al respecto, son las más elevadas de la provincia. Es fundamental que todos los niveles del Estado se hagan cargo de la situación y se comprometan a diseñar políticas efectivas y con presupuesto para erradicar la violencia de género en todo el territorio, para este caso en el ámbito local.
Es función del estado municipal, articular con los organismos del territorio local las gestiones necesarias para la creación del CENTRO DE ATENCIÓN INTEGRAL, como espacio especializado que brinde los servicios indispensables para proporcionar a las mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito doméstico y a sus hijas e hijos, atención gratuita en las áreas psicológica, sanitaria, social, laboral y jurídica, tal como lo prevé la Ley provincial, así como coordinar las acciones necesarias para el cumplimiento de la Ley Nacional, con las distintas áreas involucradas a nivel local, provincial y nacional, y con los ámbitos y las organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres y otras de la sociedad civil con competencia en la materia.
El estado municipal en nada ha contribuido para que las vidas de las mujeres sea digna, libre, segura, gozosa. Se han limitado a denegar cualquier propuesta que incluya medidas o acciones que tiendan s ello, anunciando inauguraciones inexistentes o creando un correo electrónico para que las “mujeres en situación de vulnerabilidad” se comuniquen con sus funcionarios/as. La política pública que reclamamos no es una dirección de correo electrónico. Tampoco es sólo para mujeres “vulnerables”. Creemos que la definición de políticas públicas para las mujeres, desde este Municipio, no pude circunscribirse a la consideración de un aspecto de nuestras vidas y que la preocupación por la vulnerabilidad no debe referirse únicamente a la condición de mujeres-madre.
¿Es que las mujeres que no son madres, o más aun las que no deseamos serlo nunca, no debemos ser protegidas por el Estado en situaciones de vulnerabilidad?
¿Hay acaso un estatus preferencial de mujeres en determinadas condiciones?
Las mujeres de El Bolsón no somos ni queremos ser incubadoras.
Nosotras luchamos por la vida de las mujeres y luchamos por que se respeten nuestras vidas tal cual nosotras las decidimos.
El discurso patriarcal, hegemónico, ha construido y aún construye el cuerpo de las mujeres como un cuerpo público. Y lo hace a través de una operación discursiva que enajena a las mujeres de esta autonomía, donde nuestro cuerpo, ya no es nuestro porque precisamente pertenece a lo público. Históricamente ha sido/es siempre otro el que decide sobre él: es el cuerpo del marido, del patrón, del médico, del hijo, del Estado, de Dios.
Aún resuenan en nuestra memoria las palabras de Lohana Berkins con las que aprendimos de una vez y para siempre que: La recuperación del cuerpo es uno de los actos más fuertes de libertad.
Queremos ser sujetas de derecho, decidir sobre nosotras mismas.
Queremos que se respeten los derechos que ya tenemos y los deseos que tenemos.
No queremos ninguna cofradía de varones que decida lo que es mejor para nosotras.
El Bolsón, 05 de Septiembre de 2018
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