Vuelan de las góndolas los pollos por el efecto precio

Vuelan de las góndolas los pollos por el efecto precioSe vende más barato que el resto de las carnes con las que compite.Neuquén

 Pollo a la portuguesa, pollo a la parrilla con ensalada, pollo al horno con papas, arroz con pollo, cazuela de pollo o empanadas de pollo. Dos veces por semana, o tres, cuatro y las que sean necesarias con tal de alimentarse bien y que no sea tan caro. Desde que el precio de las carnes rojas se disparó por las nubes, los consumidores neuquinos comenzaron a comer cada vez más pollo.

Así lo demuestra un recorrido realizado por este diario por carnicerías y pollerías de la ciudad de Neuquén, donde tanto vendedores como clientes reconocen que las carnes blancas pasaron a ser un producto infaltable en la mayoría de los menús cotidianos.

Según Pablo, propietario de una pollería ubicada en la calle Primeros Pobladores, el hábito de volcarse al consumo de las aves de corral no es nuevo. “Cambió hace unos diez años, desde que la carne se puso muy cara”, asegura.

Para reforzar su teoría, sostiene que antes había carnicerías en todos los barrios, pero que hoy esos comercios fueron reemplazados por las pollerías, que se especializaron en darle un valor al producto y hoy elaboran milanesas, hamburguesas, pollo a la pizza, arrollados y hasta despachan picada de pollo. Toda una novedad.

“Muchas milanesas, hamburguesas y después patamuslos y alitas”, detalla. Dice que aunque ponga el pollo entero a precio de costo, difícilmente se lo compran. Por este motivo es que decidió elaborar todo un abanico de variedades (algunas gourmet) para tentar a los consumidores.

Mirta descarga todos los días varios cajones de pollos. “Son todos muy frescos”, dice mientras interrumpe un momento el trabajo intenso que tiene en su comercio de la calle Belgrano. La mujer atiende una pollería chica pero que tienta a miles de consumidores de esa gran zona comercial.

“Los pollos los compramos enteros; acá los trozamos y los vendemos por presas o en milanesas; nada más”, explica.

Según Mirta, el consumo de pollo aumentó, más allá de la crisis, debido a que la carne está muy cara. “El kilo cuesta 75 pesos, pero la gente compra muchas presas sueltas”, asegura. No obstante, reconoce que las ventas en general bajaron en los últimos meses.

Agrega que lo que más salen son las milanesas (160 pesos el kilo) y que ahora, como novedad, también se despachan mucho las alitas, presa que antes no era muy tenida en cuenta.

También vende huevos, pero reconoce que no tiene precios competitivos, debido a que se los traen hasta el local y eso tiene un costo. “Hay quienes los van a buscar y los pueden vender más baratos”, reflexiona.
No obstante, las grandes cadenas de supermercados suelen sacar ofertas por piezas congeladas a 35 pesos el kilo, lo que genera una gran demanda de los consumidores.
Precios

Parece mentira, pero a veces una pequeña diferencia de dinero en una compra hace que los consumidores caminen más y vayan a comprar a otro lado. “Desde el año pasado la gente se cuida mucho, aunque sean dos o cinco pesos”, indica.

Jorge es el encargado de la sección “pollos” de una gran carnicería ubicada en la calle Catriel, donde hay una amplia variedad de cortes de vaca, cerdo y, obviamente, pollo.

“Bajaron las ventas en general, pero el pollo se sigue consumiendo”, asegura, aprovechando que el local recién abrió y todavía no tiene clientes.

En ese comercio también hay una elaboración extra de productos derivados de la carne de pollo, como las milanesas (simples o rellenas), brochettes, albóndigas y arrollados.

En el exhibidor donde está toda la mercadería, un vistoso cartel promociona los tres kilos de alitas a 100 pesos, una buena opción para quien no quiere gastar mucho y tiene que alimentar a una familia.

“Las milanesas son las que más salen (140 pesos el kilo). La gente las lleva más porque las milanesas de carne (que ellos también elaboran) cuestan 209 pesos y es una diferencia importante”, asegura el encargado.

A pesar de que el consumo de carne de pollo per cápita en la Argentina quedó el año pasado dos kilos por debajo del récord alcanzado en el período 2015-2016 de 47 kilos por habitante, al ubicarse en 45 kilos, este último volumen es por el momento considerado el techo del sector, según empresarios consultados.




-------------------------ESCRIBANOS, OPINE, ENVÍE INFORMACIÓN-----------------
Forms generator powered by 123ContactForm.com | Report abuse
ESCRIBANOS