Desde que rige el uso obligatorio del tapaboca, los inspectores labraron esa cantidad de multas. Otras 40 recayeron sobre comercios infractores de las medidas.Si bien la mayoría de los cipoleños llevan barbijo o tapaboca cuando transitan por esta ciudad para cuidarse del coronavirus, desde que la medida es una obligación, los inspectores municipales multaron a no menos de 75 vecinos que se pasearon sin esta protección. Lo llamativo es que los vecinos que hacían caso omiso a la medida pertenecían a grupos de riesgo para Covid-19, como los adultos mayores o las mujeres embarazadas.
"Todos los infractores son de Cipolletti y cuatro de ellos ya abonaron la muta, a razón de mil pesos cada una", indicó la jueza de Faltas subrogante, Yanina Kermen.
En diálogo con LMCipolletti, destacó que el uso obligatorio del barbijo ha sido una medida muy bien aprendida por la gran mayoría de los vecinos, más allá de estas infracciones. Aclaró, además, que no se hizo ninguna infracción a un comercio que haya dejado pasar a una persona sin esta protección.
Los cipoleños multados sin barbijo fueron hombres y mujeres, indistintamente; y sólo se registró el caso de un menor de edad (adolescente), a quien los inspectores llamaron la atención.
El informe de casos que registra el Juzgado de Faltas de la Municipalidad, se completa con el número de actas de infracción labradas a comercios que no respetaron las resoluciones municipales vigentes a la fecha, en diferentes circunstancias.
Kermen precisó que han sido alrededor de 40 las infracciones a comercios. Algunos porque no podían abrir y lo hicieron; otros porque funcionaban fuera de horario o trabajaron un domingo.
Después hay muchas otras actas de comprobación o llamados de atención que no llegan al juzgado, de las cuales tiene conocimiento el área de Fiscalización y la dirección de Comercio.
De ese total de comercios infraccionados (40), hubo diez que cometieron faltas más graves y fueron clausurados de forma preventiva.
La jueza de Faltas comentó que las clausuras recayeron sobre comercios que fueron notificados y no obedecieron al llamado de los inspectores. O bien, rompieron las fajas que habían sido colocadas a tal efecto. Entre ellos, mencionó el caso de una panadería, también una inmobiliaria, un bar, dos almacenes y un kiosco.
Los casos más resonantes fueron los de una panadería ubicada en la calle Alem 1867. El comercio había abierto un domingo, pese a que está prohibido. También tuvo trascendencia pública la clausura de una inmobiliaria ubicada en la calle Yrigoyen 66, cuando todavía el Municipio no habilitaba la actividad; y un kiosco ubicado en Yrigoyen y Villegas que vendía verduras y frutas.
"El proceso lo vamos a iniciar cuando se levante el receso administrativo y los plazos procesales. Se va a notificar al comercio, el comerciante podrá hacer su descargo, una vez que se meritúe la prueba, el Juzgado de Faltas librará una sentencia. La ley dice que podemos sancionar con multas desde los 1600 pesos a los 400 mil pesos. Entonces, hay un gran abanico de posibilidades. Hay que cual fue la gravedad de la infracción, si se tuvo que clausurar, cuántos días tuvo que estar clausurado, si tenía habilitación, si tienen antecedentes, si fueron notoficados con anterioridad y no obedecieron. El margen que hay entre los 1600 y los 400 mil pesos es muy grande, por lo que el juzgado analizará caso por caso", explicó la funcionaria municipal.
Todas las clausuras que se ordenaron desde el Juzgado durante la cuarentena ya se levantaron; pero el monto de la multa todavía no fue establecido ni ejecutado, ya que para eso es necesario que todos vuelvan a trabajar con normalidad y los infractores puedan hacer su descargo.
Kermen aclaró que "siempre el criterio del departamento de Fiscalización es primero avisar, que los inspectores vayan y dejen un acta de comprobación, que es un llamado de atención. Si vuelven a pasar y ven que están en infracción, se les labra la multa. Y en caso de que ellos observen situaciones graves que pongan en riesgo la salud de las personas, los clausuran".
Agregó que la clausura no es una sanción, sino una medida cautelar.
Desde el Ejecutivo local se recordó a la población que por más apertura que haya en la ciudad, las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio siguen vigentes, como ser el uso obligatorio del barbijo, el lavado de manos permanente y la distancia de dos metros. L.M.C
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