Para la cosmovisión Mapuche cada 24 de junio el sol vuelve a renacer para ir madurando a través del verano y llegando al otoño venidero muere, ese es el ciclo de la vida que festejaron las comunidades originarias este fin de semana con el Wiñoy Tripantu. Noticiasdelbolson viajó exclusivamente a la zona de Ñorquincó abajo, allí fue donde la comunidad Ancalao llevó adelante el ritual ancestral.
Para el pueblo mapuches, el sol nace con la llegada del invierno, se vuelve joven y adulto en primavera, envejece durante el verano austral y comienza a morir en otoño, cuando los árboles pierden sus hojas y los animales cambian el pelaje.
“Este día las comunidades mapuches en particular y los pueblos originarios en general celebran reunidos, desde la puesta del sol hasta después del amanecer, pero pedimos por todas las comunidades y por todo el mundo porque nosotros entendemos que la tierra, el mapu, está viva, todo tiene vida por eso la cuidamos, la protegemos", cuenta el lonco Jaramillo.
Dialogamos primeramente con Eva Liempe, “Monona”, ella es nacida y criada en Arroyo Las Minas y con el tiempo se ha convertido en una referente ancestral.
Eva a sus 75 años de edad sigue realizando cada verano el arreo hacia la veranada Cabalgando durante 4 horas acompañando a su hijo y al resto de la comunidad.
Más adelante charlamos también con Sergio Sosa Inal Lonco, (autoridad) de la comunidad Lof Che Mariano Solo, Colan Conue, quien confirmó que viajó cerca de 300 km para poder estar en este ritual y junto a su hijo de 10 años se siente orgulloso de que las nuevas generaciones puedan mantener viva las tradiciones.
Marcial Sosa con tan solo 10 años de edad, es la garantía de que las nuevas generaciones no dejarán morir las tradiciones tan importantes para la cosmovisión mapuche como es el Wiñoy tripantu, “Mi deseo para este año nuevo que comienza es que a todos les vaya bien a todas las comunidades y en general a todo el mundo Yo pido por todos no solamente por mi comunidad”, aseguró el joven de 10 años de edad.
Marcial también explicó que la tradición se la van contando en los fogones en la ceremonia en la charla con los mayores, pero en la escuela en realidad muy poco le hablan de la historia mapuche.
Aldino Jaramillo es el lonco de la comunidad Ancalao, él junto a su comunidad y otros integrantes que fueron llegando desde El Bolsón, Colan Conue, Arroyo Las Minas y distintos puntos de toda la región, llevaron adelante este ritual ancestral que durante la tarde noche del 24 despide al sol viejo y recibe, en la madrugada del día 25, al sol nuevo, al sol que renace y con él comienza este nuevo año donde todo vuelve a vivir.
Aldino nos contó que el año nuevo Mapuche, es una celebración muy importante para su pueblo durante la cual elevan ruegos y agradecimientos al sol, fuente de sabiduría y renovación.
“El we tripantu o wüñoy tripantu se celebra cuando se da el momento de mayor distancia entre el sol y el hemisferio sur de la tierra. Así, desde este punto se inicia el retorno, que representa un nuevo comienzo. Esto quiere decir, un cambio de ciclo de la vida y agrario, cuya clara señal es el solsticio de invierno, explico el lonco.
Cómo es la ceremonia del wiñoy tripantu
Los invitados se reúnen en el lugar elegido para el encuentro al atardecer del día anterior al inicio del nuevo ciclo, con alimentos y regalos. Durante la noche se cuentan historias, hechos relevantes del año, cuentos, adivinanzas y se bailan danzas típicas alrededor de un fogón.
El momento principal es cuando la noche llega a su fin y comienza a amanecer: en ese instante, la naturaleza pasa a un nuevo ciclo de vida en el mundo mapuche, permitiendo renovar los sueños, esperanzas y compromisos hacia un futuro mejor para todos, como pidió finalmente el lonco Aldino Jaramillo.
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