Cuidar la tierra productiva y preservarla de los intereses inmobiliarios, es la premisa de Bauer.





Más de mil familias viven actualmente de la agroecología y la actual gestión municipal tomó la decisión de crear la Secretaría de Producción para atender la demanda y fomentar el desarrollo de actividades que incluyen nuevos aspectos productivos, como la cosmética natural, pequeños viñedos, trigo orgánico y elaboración de gin.

A una semana de comenzar su gestión, el secretario de Producción, Federico Bauer, señaló que “el objetivo es volver a poner en valor este sector, que en la Comarca Andina tiene una historia vinculada a los primeros colonos y que necesariamente debe conjugarse con el turismo, nuestra principal actividad económica”.
“La producción –recalcó-, debe ser una política de Estado, que debe estar presente acompañando. Hasta ahora nos hemos acercado a hablar con muchísimos emprendedores, artesanos y chacareros. El primer objetivo es la preservación de la tierra productiva de El Bolsón, pensando en el arraigo de la gente nacida aquí, que se pueda dedicar a lo que le guste y no tenga que emigrar para buscar nuevos horizontes”.
En respuesta a un diagnóstico de situación, Bauer reflejó que “una de las problemáticas que afloran es el alquiler de las tierras de forma anual, donde el dueño no puede definir el tipo de producción que se llevará a cabo, es uno de los puntos críticos que tenemos que resolver”. 
Acerca de los intereses inmobiliarios siempre en juego, el funcionario reconoció que “obviamente hay un contexto nacional de crisis, donde aquel que tiene tierras de grandes dimensiones apunta más al negocio de venderla que dedicarse a la producción”.
Sin embargo, “seguimos apostando a la producción, también como un aspecto cultural que viene con la tradición familiar”, al tiempo que recordó que “el reciente Congreso Argentino de Agroecología realizado en El Bolsón es una muestra concreta de que se puede: tenemos una carrera especifica con un enorme campo de acción en la Universidad Nacional de Río Negro y es una política de Estado sostenida por el municipio”.





Sumó “los tiempos difíciles que se avizoran en este contexto nacional, donde la gente va a tener serios problemas para alimentarse, conforme se está evidenciando con las medidas económicas que se están tomando y siguen golpeando a la clase trabajadora”.
A su criterio, “es hora de volver a la tierra, ya que la agricultura familiar y la producción para el consumo local, debe ser uno de los grandes puntos fuertes. Asimismo, va articular con el gobierno provincial para contar con recursos y poder desarrollar emprendimientos regionales”.
En ese contexto, Bauer remarcó “la importancia de acompañar a los productores en este camino como nexo y que tengan una puerta donde venir a golpear, con un Estado que siga estando presente”.
Por otra parte, adelantó “a partir de la semana próxima, vamos a dar a conocer un censo, tanto de productores como de unidades productivas, sumando a los nuevos emprendedores, para tener números concretos y empezar a visualizarlos “.
Al respecto, graficó que “también necesitamos que los grandes productores que tienen infraestructura y los recursos necesarios apunten al turismo, ya que muchos visitantes vienen a El Bolsón a vivir la experiencia de una chacra de fruta fina, lúpulo o una fábrica de dulces artesanales”.
Mundo orgánico
Además de las chacras de verduras orgánicas que abastecen a distintos puntos de la Patagonia y el país, los valles de la Comarca Andina se caracterizan por su producción de fruta fina y sus derivados (dulcerías, envasados, licores); trigo y cebada cervecera; ganadería vacuna, ovina, caprina y porcina; azafrán; cervezas artesanales; vitivinicultura  y destilerías de whisky gin y otras bebidas; 
Se suma una exclusiva gastronomía cordillerana, que incluye truchas, carnes de caza, chacinados ahumados, quesos, hongos, alfajores, chocolates, helados y la típica repostería traída por los inmigrantes.
Se agregan los artesanos en madera, cuero, metal, lana, cerámica, sahumerios y vitraux, más los creadores de instrumentos musicales, cuchillos forjados a mano, velas artesanales, cosmética y perfumes exquisitos, entre otros. También de la naturaleza se obtienen las materias primas que, combinadas, “nos ayudan a cuidar y tratar nuestro cuerpo de forma saludable”. La oferta incluye cremas, jabones, tinturas, aceites y desodorantes. Entre los preparados, las flores y esencias del bosque cercano tienen un lugar preponderante.

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