Pesadilla para una familia de Cholila, asaltada a punta de pistola por tres sujetos


Según graficó Camila Parsons, “lamentablemente es gente del pueblo y estoy segura que al momento de encontrarse con nosotros –por el temor a que los reconozcamos-, no tenían otra opción que matarnos. Y ese fue el grito de ellos: hay que entrar y matarlos”.

El hecho ocurrió al mediodía del domingo 4 de febrero, cuando la comunidad vivía a pleno la Fiesta Nacional del Asado, aunque recién trascendió hoy, cuando las víctimas decidieron hacer público lo acontecido. Desde la policía del Chubut confirmaron la respectiva denuncia y que la justicia sigue investigando para tratar de dar con los autores. Previamente, los delincuentes cortaron la energía para que queden incomunicados.

En detalle, la vocera de las víctimas (una familia que cuida una propiedad privada en el acceso norte a la Villa Lago Rivadavia desde hace 16 años), explicó que “ese domingo, estábamos todos con ánimo de celebrar nuestra fiesta. Pero todo cambió cuando cerca del mediodía se cortó la luz, algo bastante habitual en esta zona”.

“Unos minutos después –agregó-, escucho ladrar a los perros y cuando salgo a mirar me encuentro con tres sujetos corriendo hacia la puerta de ingreso a la casa de mis padres. Uno de ellos comienza a apuntarme con un arma, así que atiné a ingresar, cerrar con llave y avisar a mi mamá que nos vienen a robar”.

“También me apuré a esconder a mi hijo, que estaba junto a mi hermano. El terror que tuve en ese momento fue tremendo, algo que nunca imaginé que pudiese llegar a ocurrir en un pueblo como Cholila”, reconoció.

En tanto, se sucedieron “los golpes contra la puerta, que rompieron igual que un vidrio, siempre con agresividad y a los gritos, mientras seguían apuntando hacia el interior. No lograron entrar porque mi mamá, con todas sus fuerzas logró trabar una de las puertas, al tiempo que empezamos a gritar y a pedir ayuda a un vecino”.

Allí se dieron cuenta del corte intencional de energía, para que queden incomunicados. “Habrán pasado cinco o diez minutos, para nosotros una eternidad, al tiempo que les pedíamos que se vayan, que somos gente laburante y que no teníamos nada de valor para que se lleven”, relató la vocera a la emisora local Cadena de los Andes. Finalmente, los asaltantes desistieron de su intento y se alejaron del lugar. 

A criterio de Camila Parsons, “nos robaron la paz, la tranquilidad y la confianza que teníamos en vivir acá. Ahora, cada vez que escucho a los perros me da miedo salir a ver si hay alguien”.

En tal sentido, recordó que “en la Villa Lago Rivadavia vive mucha gente mayor, que también puede estar en peligro ante sujetos de esta calaña. Ojalá que nadie más tenga que sufrir una situación parecida y que la justicia haga su trabajo para encontrar a los culpables, porque a estos tres delincuentes no les interesaba cargar con nuestra sangre en sus manos, ya que eso es lo que nos demostraron y eso fue lo que gritaron”.



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