La conmovedora travesía de don Pucho: un paciente de cuidados paliativos regresó a su hogar en El Turbio



Don Pucho, quien vive con una traqueotomía y gastrostomía sin posibilidad de tratamiento oncoespecífico, tomó la decisión de pasar sus últimos días en la paz de su hogar, rodeado de la naturaleza que lo vio crecer. La distancia y las difíciles condiciones de acceso no fueron impedimento para el equipo de Cuidados Paliativos, que junto a vecinos y Parques Nacionales, coordinó un operativo logístico que implicaba medios de transporte tan diversos como una lancha, un tractor y caballos, esenciales para llegar al recóndito paraje donde vive.

El recorrido comenzó con una travesía en lancha a través de las aguas que bordean el Lago Puelo, continuó por caminos rurales en tractor y culminó a caballo por senderos montañosos que parecían haberse detenido en el tiempo. Cada etapa del trayecto estuvo cargada de simbolismo, representando no solo la entrega del equipo médico, sino también la voluntad férrea de don Pucho de regresar al lugar donde anhelaba estar. 


El paciente vivió toda su vida en El Turbio, ya pesar de los retos que su estado de salud le impone, decidió que su último respiro debía realizarse en su tierra, en el hogar que él mismo construyó con esfuerzo. Este deseo fue respetado y valorado profundamente por los profesionales de la salud, quienes entrenaron a su sobrina para encargarse de su cuidado. Ella fue preparada para resolver situaciones como la alimentación mediante sonda, la limpieza de la traqueotomía y la administración de medicamentos en caso de complicaciones, con el objetivo de que don Pucho pueda recibir un cuidado digno y seguro en sus últimos días. 


El viaje no solo fue físico, sino también una travesía hacia la dignidad y el respeto por la voluntad de una persona que eligió cómo quería enfrentar su muerte. Cada tramo del recorrido, cada esfuerzo para superar los desafíos logísticos, simbolizó el compromiso del equipo de Cuidados Paliativos de acompañar a sus pacientes no solo con tratamiento médico, sino con humanidad, empatía y respeto. 


A su llegada, don Pucho pudo reencontrarse con su sobrina y su entorno natural, en un emotivo cierre de ciclo que refleja el verdadero significado de los cuidados paliativos: no solo tratar la enfermedad, sino acompañar el proceso de vida hasta el final, asegurando que sea lo más digno y pacífico posible. 





Publicar un comentario

0 Comentarios