El Gobierno nacional formalizó este viernes la flexibilización de la histórica barrera sanitaria que regía para el ingreso de carne con hueso a la Patagonia. A través de la resolución 460/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), publicada en el Boletín Oficial, se habilitó el ingreso de cortes con hueso plano —como costilla, asado y esternón— provenientes de zonas libres de fiebre aftosa con vacunación, con destino a zonas libres sin vacunación, como lo es la región patagónica.
La decisión, impulsada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación junto al Senasa, modifica de manera parcial el esquema vigente y establece un nuevo marco técnico-sanitario para carnes y productos cárnicos. El objetivo, según expresaron desde Presidencia, es “favorecer la disponibilidad de carne argentina en todo el país sin afectar acuerdos internacionales ni estándares sanitarios”.
En Río Negro, donde el tema generó fuerte preocupación entre productores y autoridades locales, aún no hubo un pronunciamiento oficial tras la publicación de la resolución. En declaraciones previas, desde el Ejecutivo provincial habían señalado que esperarían la norma definitiva para evaluar su alcance. Similar posición adoptó el gobierno neuquino.
El nuevo esquema detalla condiciones específicas para el ingreso:
Solo se autoriza el ingreso de carnes con hueso plano (asado, costilla, esternón), excluyendo medias reses, cuartos, huesos de columna, cabeza o carne congelada.
Los animales deben provenir de zonas libres de fiebre aftosa con o sin vacunación, haber sido faenados en establecimientos habilitados por el Senasa y superar los controles sanitarios ante y post-mortem.
Los cortes deben ser madurados a más de 2°C durante al menos 24 horas, con un pH inferior a 6, y contar con doble empaque rotulado.
Las menudencias y el material reproductivo (semen y embriones) también tendrán requerimientos específicos de recolección, empaque y trazabilidad.
La medida había sido anticipada semanas atrás y representa una versión más acotada de la inicialmente proyectada en la resolución 180/2025, que proponía un levantamiento general de la barrera. Aquella iniciativa fue duramente cuestionada por los gobiernos patagónicos y sectores rurales, lo que llevó a una postergación de 90 días y a nuevas negociaciones.
Uno de los principales temores manifestados por los productores rionegrinos era la pérdida del estatus sanitario diferencial de la Patagonia y su impacto en los mercados internacionales. En respuesta, el Gobierno nacional informó que consultó formalmente a Chile y a la Unión Europea sobre la medida, y que no recibió objeciones.
Desde el Ejecutivo nacional sostuvieron que la nueva resolución busca “dejar atrás una restricción histórica obsoleta”, y remarcaron que la habilitación de estos cortes se realiza “sin generar impactos negativos en la producción ni en los mercados internacionales”.
A partir de ahora, se espera que los gobiernos provinciales y las organizaciones del sector agropecuario analicen el contenido de la norma y definan sus posicionamientos ante una medida que reconfigura el esquema de comercialización de carne en el sur del país.
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