Municipales de El Bolsón en estado de alerta y movilización por rechazo a propuesta salarial




 

 Los gremios ATE y UPCN exigen una recomposición de $300.000 para el segundo semestre. Desde el Ejecutivo ofrecieron un incremento de $60.000 en cuotas, lo que desató la reacción sindical y asambleas en diferentes áreas del municipio.

Trabajadores municipales de El Bolsón declararon el estado de alerta, asamblea y movilización luego de recibir una respuesta considerada insuficiente por parte del Ejecutivo local ante el pedido de aumento salarial para el segundo semestre del 2025.

En una asamblea realizada esta mañana, las delegadas de UPCN, Rosa Mesa, y de ATE, Sandra Contreras, expusieron la situación y detallaron los motivos del reclamo conjunto.

“Esto motiva este estado de alerta, asamblea y movilización. Motivaron la respuesta del Ejecutivo a la pretensión que enviamos los dos gremios en relación al incremento para el segundo semestre de la paritaria 2025. La pretensión de los trabajadores municipales es un incremento y una recomposición salarial que ronda los $300.000. El intendente, o en este caso quien firma la nota, Adriana Del Agua y Torman, consideran que es razonable y respetuoso. Nosotros lo consideramos irrisorio”, explicó Contreras.

Según denunciaron, la propuesta oficial consiste en un 6,5% de incremento, equivalente a unos $60.000 que se pagarían en dos tramos: un 3,5% en julio y un 3% en octubre.
“Eso es irrisorio. Es una falta de respeto a salarios que están bajo la línea de pobreza”, afirmó Contreras.

También criticaron el aumento ofrecido a trabajadores con tareas insalubres:
“Si el Ejecutivo piensa que con $20.000 más alcanza para la tarea de salubridad y penosa que llevan adelante trabajadores del cementerio, la planta de reciclado, el corralón y algunos compañeros de espacios verdes, yo diría que no. Es muy irrespetuoso. $20.000 es un kilo de carne”, remarcó.




“Son poco humanos”

Por su parte, Rosa Mesa, referente de UPCN, anunció que realizarán asambleas en distintas áreas del municipio para acercar el debate a todos los trabajadores:
“Los compañeros que ustedes ven acá son los que están defendiendo el salario de todos. Queremos llevar la asamblea a los compañeros que no pueden o no quieren venir.”

Mesa también cuestionó la forma en que el Ejecutivo comunica los aumentos de presentismo y tareas riesgosas:
“Cuando el municipio habla de un 75% de aumento al presentismo, está hablando de que de $20.000 van a pasar a $35.000. Y el 170% por tareas insalubres significa pasar de $12.000 a $30.000. Nos parece aberrante. Nosotros sí estamos en condiciones de decir que son irrespetuosos, que son poco humanos. Esto no se le puede ofrecer a un compañero que arriesga su vida.”




Y agregó con contundencia:
“El pueblo es lo que los trabajadores municipales logran. No tendríamos plazas, lugares hermosos, señalizados, si no fuera por ellos. Y justamente a ellos les están negando la posibilidad de ganar un sueldo digno.”





Advertencia de despidos y amenaza de romper el diálogo

Una de las afirmaciones que más molestó a los gremios fue una frase incluida en la nota oficial del Ejecutivo, donde se insinúa que para cumplir con el pedido de los sindicatos habría que despedir a 90 trabajadores.

“Eso significa una forma de disciplinamiento. Por supuesto que no queremos despidos, pero sí queremos salarios dignos. No es irrisorio pretender un salario que al menos se acerque a la línea de pobreza. Para superarla, hay que estar arriba del millón de pesos”, dijo Contreras.

A pesar de lo planteado por el Ejecutivo, desde ATE y UPCN reiteraron su vocación de diálogo:
“Seguimos apostando al diálogo. No es un capricho. Son cosas justas. Que reconozcan a la asamblea, porque dicen que los gremios negociamos, y no es así. Nos dedicamos a que los compañeros, en asamblea democrática, expresen su realidad y el aumento que necesitan, no el que desean.”

Testimonio que refleja la realidad

Para graficar la situación económica de los municipales, la trabajadora Ingrid Meyer compartió su experiencia personal:
“Cobrando $500.000 por mes, tengo que gastar más de $120.000 en leña para calefaccionarme. Me quedan $380.000 para pagar la energía eléctrica, los remedios, la mercadería y la niñera que me ayuda con los chicos mientras trabajo. Así no se puede vivir.”



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