Preocupación por la tala ilegal y el vandalismo en la zona de Cabeza del Indio



Dialogamos con Gabriela Cáceres inspectora de bosques y nos confirmo que Personal del área de Inspección y Fiscalización de Bosques, junto con efectivos de la Policía de Río Negro, realizaron un operativo en la zona de Cabeza del Indio, donde constataron la extracción ilegal de leña y la tala de especies nativas en un sector considerado de recuperación ambiental.


El procedimiento fue llevado a cabo por agentes de la Brigada motorizada de la Policía (BMA) y personal de temporada de la Unidad 12. Según informaron, se identificaron varios vehículos transportando leña extraída de la reserva, en su mayoría ciprés nativo, proveniente de un área protegida.


“Lamentablemente nos encontramos con una situación reiterada. La gente se ha adueñado de parcelas de manera espuria, incluso algunos vecinos nos señalaron que existe una especie de ‘sectorización’ informal del bosque”, indicó uno de los inspectores a cargo.


Si bien algunos de los involucrados argumentaron que recolectan leña para calefacción, desde el área de bosques recordaron que existen canales legales como el Plan Calor para acceder a combustible vegetal, y advirtieron que estas prácticas no solo son ilegales, sino que atentan contra el proceso de recuperación ambiental.

Cabeza del Indio es una zona cercana al ejido urbano de El Bolsón y ha sido objeto de múltiples reforestaciones y planes de restauración del bosque nativo, dañados por incendios y el avance humano. “Si el ingreso descontrolado continúa, será imposible que el área se recupere”, advirtieron los técnicos.

Además de la tala, los inspectores denunciaron vandalismo y robos en el espacio: baños públicos destruidos, ventanas y puertas arrancadas, y una vivienda institucional completamente deteriorada. “Nunca encontramos a nadie en el momento, pero vemos el daño. Esto ya no es solo un problema ambiental, también es un delito”, remarcaron.


Por último, destacaron la dificultad de mantener cerrado el acceso a la zona. El antiguo portón de ingreso por el Mirador del Azul fue cortado reiteradas veces, y los ingresos clandestinos ocurren principalmente durante la noche.


Desde el área de bosques se insiste en la necesidad de tomar conciencia colectiva: “Que uno lo haga no lo justifica. No podemos naturalizar un comportamiento que daña lo que es de todos”.











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