Distintos incumplimientos laborales por parte de empleados públicos rionegrinos derivaron en 428 sanciones desde inicios del 2024. Se trata de 74 cesantías, 4 exoneraciones y 350 suspensiones de entre 1 y 30 días, todas enmarcadas en lo que establece la Ley Nº 3487, que regula el Estatuto General y Básico del Personal de la Administración Pública. Las sanciones fueron aplicadas a través de la Secretaría de la Función Pública del Gobierno de Río Negro.
Las medidas
forman parte de una política activa que busca ordenar la administración
pública, cuidar los recursos del Estado y respaldar a quienes trabajan con
compromiso todos los días.
“Las
sanciones son necesarias para ordenar la gestión, cuidar los recursos públicos
y respaldar a los miles de trabajadores y trabajadoras que cumplen con
responsabilidad su tarea cada día. Un Estado eficiente también se construye
reconociendo a quienes sostienen el funcionamiento de los servicios y actuando
con firmeza ante quienes incumplen”, expresó la Secretaria de la Función
Pública, Tania Lastra.
En el mismo
período, se iniciaron 144 sumarios administrativos y se dictaron 71
suspensiones preventivas, una medida provisoria que se aplica cuando la
permanencia del agente podría interferir en la investigación. Desde el inicio
de la gestión, también se emitieron 21 apercibimientos y se cerraron 37
sumarios con el sobreseimiento de los agentes involucrados.
Las
irregularidades más frecuentes están relacionadas con inasistencias, llegadas
tarde reiteradas y conflictos entre compañeros de trabajo. En los casos más
graves, que derivan en sanciones como cesantías o exoneraciones, se registran
situaciones de abandono de servicio y condenas en causas penales.
Las
sanciones impuestas son el resultado de un proceso interno riguroso. Cuando se
detecta una posible falta, se inicia un sumario administrativo a cargo de
instructores especializados, quienes investigan los hechos, reúnen pruebas y
elaboran un informe que presenta el caso ante la Junta de Disciplina. Este
organismo, integrado por un presidente, dos vocales en representación del Poder
Ejecutivo y dos vocales gremiales, uno por ATE y otro por UPCN, es el encargado
de resolver en función de la gravedad de los hechos, los antecedentes del
agente y los perjuicios ocasionados al Estado. “La Junta Disciplinaria actúa
con criterios claros, garantizando procesos justos y decisiones fundadas”,
aseguró Lastra.
La ley
establece distintos tipos de sanciones. El apercibimiento es una advertencia
formal, que se aplica generalmente ante faltas leves como inasistencias
injustificadas o incumplimiento de horarios. Las suspensiones pueden alcanzar
hasta 30 días sin goce de haberes, y se aplican en casos de negligencia,
inasistencias, inconducta o faltas reiteradas.
La cesantía
implica la desvinculación del agente con posibilidad de reingreso tras cinco
años, y se aplica cuando hay acumulación de sanciones, abandono de servicios o
hechos de mayor gravedad. Finalmente, la exoneración es la sanción más grave:
supone la desvinculación definitiva de la administración pública y se aplica
ante delitos dolosos con pena de prisión efectiva o contra la administración
nacional, provincial o municipal.
El
fortalecimiento institucional, la prevención de irregularidades y la mejora
constante en la calidad del servicio público son pilares de la Función Pública.
“Corregir lo que está mal también es rendir cuentas a cada rionegrino y
rionegrina que, con esfuerzo, paga sus impuestos para que el Estado pueda pagar
los sueldos en tiempo y forma. Y ese salario tiene que ser el resultado de un
trabajo real, de una tarea bien hecha. Al mismo tiempo, es una forma de valorar
el esfuerzo de los agentes que sí cumplen con su tarea", concluyó la
Secretaria de la Función Pública.
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