Tensión en Lago Puelo por un intento aparentemente de conexión ilegal al troncal de gas en parcela 26




La localidad de Lago Puelo atravesó ayer una jornada de extrema tensión luego de que un grupo de vecinos intentara realizar aparentemente una conexión ilegal al troncal de gas que abastece la Ruta Nacional 40. La maniobra generó una peligrosa pérdida que mantuvo en vilo a toda la región y obligó a desplegar un amplio operativo de seguridad.


El titular de Protección Civil de Lago Puelo, Julián Cayun, relató que la primera alerta llegó pasadas las 16 horas, cuando se solicitó intervención por una supuesta pérdida de gas. En ese momento, personal de Camuzzi ya trabajaba en el sitio para evaluar la situación.




“Minuto 16.30 aproximadamente, recibo un llamado del responsable de Camuzzi de la región informando que la situación era particular y compleja, porque hasta ese momento se tenía una pérdida activa en el troncal y necesitaban soporte de seguridad”, explicó Cayun.

A partir de ese aviso se puso en marcha un operativo conjunto con Protección Ciudadana de Golondrina, personal provincial y equipos de ambas localidades, tanto El Bolsón como Lago Puelo. Las tareas se extendieron hasta las 5.30 de la mañana, debido al riesgo que implicaba el caño afectado.


Sospecha de conexión ilegal

Consultado sobre las versiones que indicaban que los responsables habían intentado tapar la perforación con ramas y tierra, Cayun confirmó que las primeras pericias detectaron una “pinchadura” compatible con una intervención intencional.

“El olor a gas era indisimulable. Lo que se fue detallando es que se trataba de una pinchadura, y una de las mayores hipótesis es que hubo un intento de conexión ilegal a la red. Camuzzi ya hizo la denuncia correspondiente”, afirmó.

El funcionario explicó que la evidencia hallada en el lugar reforzó esa línea de investigación. “Perforar un caño de esa envergadura, con el dispositivo de seguridad que tienen estos sistemas, no es algo casual. Era algo muy particular. No se trata de un incidente superficial ni de una maquinaria que haya dejado el caño expuesto. Para llegar a la red, alguien cavó deliberadamente”, remarcó.

El caño, ubicado a un metro y medio de profundidad, transporta gas a una presión cercana a los 30 kilos, lo que convierte cualquier manipulación indebida en un riesgo potencialmente catastrófico.












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