El paradero de Facundo Jones Huala sigue siendo incierto


Desde que el 21 de enero de este año la Corte de Apelaciones de Temuco ordenó la liberación de Facundo Jones Huala nada se ha sabido de él. A horas de salir, el lonko hizo un llamando a continuar su “lucha de fuego” contra los que en su visión son los invasores del Wallmapu. Empresas, gobiernos, estados nacionales, estancieros. En definitiva, todo lo que no sea mapuche.

A través de la subsecretaría del interior, el gobierno de Chile apeló inmediatamente a la Corte Suprema, y para cuando esta revocó la decisión del tribunal de Temuco, un mes más tarde, Jones Huala se había esfumado.

Para las autoridades chilenas era claro como el agua que Jones Huala no había avanzado en su reinserción social en el Centro Penitenciario de Temuco. “No mostró arrepentimiento”, indicaron en el Poder Judicial chileno. Ya era tarde.

Desde entonces solo hay especulaciones y la figura del lonko parece replicarse en cada atentando que se sufre en la Patagonia y en especial en la Cordillera.

En la práctica al lonko le quedan dos años para cumplir con su condena de 9 años (reducida a 6 años) por participar de un incendió en el fundo Pisu Pisué cerca de Valdivia en 2013 y portación ilegal de armas.

¿Por qué mejor ser prófugo que cumplir dos años más de condena?

Para entender su decisión de huir también hay que observar el panorama judicial chileno referido a los prófugos.

En Chile existe una suerte de dicho entre los buscados por delitos que no implican homicidios. “Si no te agarran en dos años, se termina”, se suele escuchar del otro lado de la Cordillera.

De acuerdo a cifras del Poder Judicial, en el país trasandino hay casi 12.000 condenados en condición de prófugos. Jones Huala es apenas uno de ellos. De este número global, 4731 deberían estar cumpliendo penas efectivas de prisión.

En la práctica las penas por delitos violentos que van desde asesinatos a asaltos con armas, suelen expirar entre los 5 y los 10 años, pero el resto de las infracciones a la ley tienen parámetros muy laxos.

Algunos hechos criminales de menor envergadura, robos menores, situaciones violentas de diverso orden, pueden expirar entre los 2 años y los 6 meses.

Abogados chilenos consultados por El Cordillerano, creen que el caso de Jones Huala terminará por cerrarse a lo sumo en 2024, que era cuando concluía su condena. Después de esto será legalmente libre y no tendrá que presentar ningún recurso en los tribunales porque el final del trámite es impulsado por la propia justicia.

“Como él ya tenía la mitad de su pena cumplido, podría recibir una medida de prescripción por lo que le quede por cumplir. Unos 2 años. De todos modos, si no aparece en unos 3 años ya habrá sobrepasado el tiempo que le quedaba en prisión y habrá prescripto”, indica un abogado chileno con amplio conocimiento en el mundo mapuche.

Está allá, está acá

En el momento en que decidió no volverse a presentar en los tribunales chilenos, la pregunta sustancial para Jones Huala fue dónde pasar esos 2 años por debajo del radar de la ley.

En Chile Jones Huala no es un actor destacado de las luchas que llevan adelante los sectores más radicalizados de las comunidades mapuches. Su figura trasnacional creció en las instancias de salida de Sebastián Piñera que quería brindar señales fuertes hacia la zona de Temuco.

Pero en la actualidad, el gobierno de Gabriel Boric, tiene problemas mucho más graves que atender en la región del sur. El miércoles 24 de agosto fue detenido el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, generando fuertes reacciones en el sur. Se lo acusa de compra armamento y robo de madera y proceso judicial promete ser muy complejo.

Atendiendo a la estadística de prófugos en Chile, no es menor la posibilidad de que el lonko haya decidido quedarse este tiempo crucial en zonas inexpugnables del otro lado de la Cordillera. Aunque la detención de Llaitul podría haberlo hecho pensar de otra manera.

“La relación de Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), con la CAM es conocida. En múltiples atentados la CAM reivindicaba su libertad. Asimismo, el 22 de julio pasado en un atentado en El Bolsón la RAM reivindicó a Pablo Marchant, integrante de la CAM. Hoy Facundo Jones Huala se encuentra prófugo de la justicia chilena siendo la CAM su principal aliada en su clandestinidad. Y el territorio con mayor control temporal por parte de la CAM es Pidenco en la comuna de Lumaco en la región de la Araucanía. No sería extraño pensar que la clandestinidad la esté ejecutando desde ahí Facundo Jones Huala”, dice a El Cordillerano, Pablo Urquizar, quien fuera coordinador de la Macrozona Sur durante el gobierno de Piñera.

Lumaco se ha convertido en zona de guerra en el sur de Chile. En 1997 la CAM se adjudicó en este lugar su primer atentado. En lo que va del 2022 es la comuna con mayor cantidad de ataques en el sur. Suman 10 entre los que se incluyen quema de maquinarias y ataques a Carabineros.

Se estima que la mitad de la población de Lumaco vive en la pobreza. La localidad se encuentra en el sur profundo de Chile, a la altura de Zapala, aunque metida casi en el centro continental del país entre Angol y Temuco y lejos del océano.

Estos territorios están prohibidos desde hace años para los “blancos” o todos aquellos que no sean de sangre mapuche. Jones Huala podría vivir tranquilamente en las poblaciones rurales mapuches sin que nunca se encuentre con Carabineros o Policía de Investigaciones (PDI), esta última encargada de verificar paraderos de fugados.

No todos opinan igual en Chile respecto del paradero del lonko. “Creo que la posibilidad más viable es que Facundo Jones Huala haya retornado a Argentina. Recordemos que, según se detalló en las investigaciones que se desarrollaron en la causa Pisu Pisué, y por la que finalmente fue condenado, Jones Huala ingresó y salió de Chile a través de pasos fronterizos no habilitados”, señala una fuente que ha seguido desde el principio el caso Jones Huala y prefiere guardar el anonimato. “Haberse quedado en Chile habría sido correr un riesgo innecesario, debido a los continuos estados de excepción que han declarado para gran parte de la Araucanía y en la zona sur del Biobío, y a través de las cuales se han desplegado militares para apoyar en patrullaje y vigilancia”, agrega.

Para gente como Jones Huala no hay fronteras válidas entre Chile y la Argentina y su amplio conocimiento de pasos no habilitados a través de la Cordillera no solo le pueden haber permitido escapar, concluyen en Chile, sino moverse entre ambos países a conveniencia.

¿Alguien buscan a Facundo Jones Huala?

El lonko históricamente ha transitado entre Chubut y Río Negro como si no tuviera mayores problemas personales a pesar de que en los últimos 7 años ha sido buscado por distintos hechos en los que figuraba como “persona de interés”. En junio de 2017 resultó detenido en un control formal de Gendarmería Nacional mientras iba en vehículo junto a otras personas. Fue el principio del derrotero que lo llevó a Chile.

En su primer capítulo como prófugo de la Justicia argentina en 2017, el rumor en la Cordillera era que Jones Huala usaba pasos cordilleranos no habilitados. Gendarmería Nacional tiene un equipo especial de agentes que controla la frontera, pero mayormente en el sector que rodea al Paso Fronterizo Cardenal Samoré. El espacio que queda sin cubrir en la región es enorme.

En mayo de este año, Diego Frutos, dueño de La Cristalina en Mascardi, aseguró que había visto a Jones Huala en el sector usurpado, mientras hablaba con su hijo menor.

“Era él, sin duda, lo vi delgado, con la figura de siempre, muy claramente era él, y estaba hablando con un niño que entiendo era su hijo”, recuerda Frutos el momento a El Cordillerano.

Hace meses que los miembros de la comunidad que mantiene ocupadas 30 hectáreas de Mascardi desde el septiembre de 2017, se dedican a levantar cercas en el área. Una paradoja para su reivindicación cultural puesto que, en teoría, los mapuches no limitan su reclamo levantando murallas.

Esta protección tendría que ver con la necesidad de ocultar por completo a Jones Huala y sus movimientos, indican comunidades mapuches que han sufrido el acoso y violencia de los usurpadores.

“También dicen que lo vieron en Bariloche. Se habla que hace rato está acá (Mascardi) y como tienen todo el lugar tapiado ya no entra nadie”, indica una fuente de una comunidad mapuche que teme por las represalias.

¿Pero alguien busca a Jones Huala realmente en la Argentina? “Su situación es un tema federal”, recuerdan autoridades de Río Negro. En la práctica, el lonko se fugó en Chile por lo que allá deberían buscarlo.

Otro elemento a favor del lonko en su huida, si se toma en cuenta que también la usurpación de Mascardi es un “tema federal” sin resolver hace 5 años.


Fuente: NoticiasNet 


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1 Comentarios

  1. Pregúntele a Odarda en una de esas está resentida del boleo que le pegaron y tira una data

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